Día Nacional de la Lucha Contra la Violencia Institucional.
Hoy, 8 de mayo, es el Día Nacional de la Lucha contra la Violencia Institucional.
El Día Nacional de la Lucha contra la Violencia Institucional fue promulgado en el año 2012, en recuerdo a la denominada “Masacre de Ingeniero Budge” en la que tres jóvenes fueron asesinados por efectivos policiales en 1987.
Este caso –si bien no fue el primero– generó una importante movilización de la sociedad en pedido de justicia.
De esta forma, el hecho de que exista esta fecha, permite hacer público el tema e ingresarlo en la agenda de debate de muchos espacios educativos del país con el fin de mostrar una realidad, muchas veces, oculta.
Detrás de la frase “violencia institucional” se siguen acumulando día a día las víctimas del accionar violento de las fuerzas de seguridad, que suelen marcar con más fuerza su bota en los sectores más vulnerables, a través de prácticas ejercidas de manera discriminatoria: abusos que van desde detenciones arbitrarias hasta muertes por gatillo fácil.
Esta forma de violencia permite mantener -de forma invisible- la desigualdad existente, privilegiando los derechos de algunas personas por sobre otras. Al poner todo esto en el centro de la escena se comprende que no se trata de hechos aislados de un solo policía sino que involucra a toda la institución: hay que dejar de creer que la persecución, tortura y desaparición son algo del pasado, ya que dentro de todo el aparato represivo estatal aún persisten estructuras de la última dictadura militar.
Es fundamental ahondar más en esto: son más de 4.500 los muertos en manos de la policía y más de 200 desaparecidos en democracia, desde 1983 hasta la actualidad.
Es necesario por un lado, acompañar fechas importantes como las del día de hoy pero también, por otro, realizar un seguimiento al trabajo, las prácticas y las actividades que se realizan en pos de encontrar soluciones, es decir, conocer el día a día de la Campaña y también de la CORREPI y las organizaciones que trabajan desde hace muchos años por visibilizar una sociedad que sigue incluyendo a unos, y excluyendo –persiguiendo, torturando, desapareciendo y asesinando– a otros.