Día Nacional de los Derechos de Niños y Adolescentes.
El 27 de septiembre se celebra en Argentina el Día Nacional de los Derechos de Niños y Adolescentes, en conmemoración de la sanción de la Ley N° 23.849 que aprobó en el derecho interno la Convención sobre los Derechos del Niño y sentó las bases del sistema de protección integral de derechos de la niñez y la adolescencia en nuestro país.
La incorporación de la Convención a nuestro sistema enfatizó el reconocimiento de los niños como sujetos plenos de derechos y garantías, mediante la consolidación de sus cuatro principios generales: el derecho a ser oído, a la no discriminación, a la vida y el desarrollo, y la consideración primordial del interés superior del niño.
Asimismo, jerarquizó una serie de derechos fundamentales como el de la educación, la salud, la identidad y la participación (entre otros), que son complementarios e importantes para el desarrollo de todos los niños y niñas.
Los niños, niñas y niñes cada vez destinan menos tiempo al juego, según un estudio realizado por el Observatorio de la Deuda Social de la Infancia y la Sociedad Argentina de Pediatría, 6 de cada 10 chicxs de entre 5 y 17 años están ocupados la mayor parte de su tiempo en actividades escolares y frente a la pantalla de algún dispositivo electrónico.
La Convención sobre los Derechos del Niño, creada por la Organización de las Naciones Unidas, fue abierta para la firma de los Estados miembros en noviembre de 1989. En junio de 1990, nuestro país firmó su adhesión y posteriormente, el 27 de septiembre de 1990 sancionó la Ley N° 23.849, que la incorporó a la legislación nacional y estableció el compromiso del Estado de garantizar los derechos enunciados en el documento en todo el territorio nacional. Cuatro años más tarde, este compromiso se profundizó con la incorporación de la Convención a la Constitución Nacional, a través del artículo 75°.
La adopción de la Convención se dio en un contexto político signado por el neoliberalismo, pero estableció cuestiones fundamentales para que los niños y niñas sean considerados sujetos de derechos, que el Estado en todas sus medidas debe atender al interés superior del niño, siendo el garante de los derechos a la Salud, a la familia, a la Educación, a la participación y a la identidad de niños, niñas y adolescentes.