Emanuel Lofredo y Mario Silvestre, de Nueva Chicago, en Comunas un Desafío.

El conductor de «Comunas un Desafío», Alberto Espiño estuvo este sábado 25 recorriendo las instalaciones del polideportivo de Nueva Chicago y se encontró con dos viejos amigos, muy relacionados con el «verdinegro» de Mataderos que salieron al aire del programa.

Son ellos Emanuel Andrés Lofredo, Vice presidente del futbol amateur de Chicago y con Mario Abel Silvestre, ex integrante de comisiones directivas y también del futbol amateur.

«Agradezco la oportunidad que me dan; es un desafío primero estar en un club y ser dirigente, ese es el primer desafío que uno tiene y después la difícil tarea de ser dirigente y más del fútbol juvenil o del fútbol infantil de una institución donde se ven muchas de las carencias, muchas de las situaciones que hoy estamos viviendo; la falta de empleo de los papás, la falta de posibilidades de algunos chicos que no tienen para comer y que vienen sufriendo no de ahora sino de hace un tiempo y tratamos de suplir de alguna manera, primero desde la contención, dándoles un lugar en el club para que practiquen deportes y después trabajar con las necesidades de cada uno a medida que va pasando el tiempo.

La cuestión estructural y la herencia que recibió Nueva Chicago con respecto a la administración anterior es muy grande, fue complicada; de a poco uno tiene que ir fortaleciendo y saliendo a medida que van pasando los meses, esto no es fácil, esto no se hace de un día para el otro. Este proyecto quizás no es para que uno lo vea, quizás uno pasa y lo forma y se va del club como dirigente y no ve el fruto, lo verá, pero quizás desde la tribuna (a mí me tocó, ya he hecho este camino y mirar a un Chicago Campeón en el 2006 desde la tribuna) bueno uno viene a trabajar para eso, para que el club crezca y con el objetivo que le vaya mejor sin pedir nada a cambio y sin ambiciones a nivel personal.

La gente que es hincha de Chicago y que es socia ahora va a tener la oportunidad de volver a los estadios así que pedirle la colaboración, entendemos que cuesta, pero la colaboración haciéndose socio y viniendo al club a tratar de poder salir con los planes que hay para poder crecer económicamente y pedirle a cualquier empresa o a cualquier persona que quiera colaborar con el club que las puertas están abiertas, estamos todos los días acá laburando para ayudar a los chicos y mismo para ayudar al club.

Muchas gracias a ustedes y la verdad que es un placer que también se ocupen de Nueva Chicago.»

«Desde el banco Credicoop, desde la comisión de asociados estamos con los emprendimientos cooperativos, con las empresas pymes del barrio, también trabajamos mucho el tema de las empresas recuperadas, también estamos trabajando con cierta ayuda a entidades de carácter social; el año pasado hemos trabajado muy codo a codo con el <Centro Salvador Herrera> (del barrio Cildañez), donde hay muchachos del Partido Solidario, trabajando y haciendo cosas por el barrio.

Yo me sumé (a la lucha por la reapertura del Cine El Plata) cuando tuvimos la desgracia que se enfermó Walter Ordoñez, que sabemos que falleció hace poco.

Yo había estado con el tema de la comisión de asociados del banco Credicoop y siempre siguiendo el rumbo, es una cuestión biológica, vos nombraste a algunos compañeros Goyo, Tula, a un montón de gente que se nos fue porque es una lucha que si bien creo que va a culminar dentro de poco cuando el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires al fin se proponga abrir el cine, después va a haber una lucha por los contenidos, cómo se maneja y por lugares para las entidades barriales sobre todo a los colegios que tienen que ver con lo artístico obvio.

Pasó mucha gente, sigue Alberto Di Leo, siguen compañeros del Club Larrazábal como Ricky y muchos más, también empezó a participar gente más joven, porque son los que tomaron la posta, está María la esposa de Ricardo Sosa, el vicepresidente de Nueva Chicago, y mucha gente más que siempre se suma y trae miradas diferentes a la lucha de estos largos 15 años.

Y del Club de sus amores agrega, «Nueva Chicago es un club con mucha barriada, cuesta organizarlo, cuesta llevarlo adelante, siempre el que está afuera se las sabe todas y después cuando está adentro ve que no es tan fácil, muchas cosas son por falta de conocimiento y otras cosas son por errores y lamentablemente Chicago aparte no es un club fácil porque si bien tiene una impronta barrial muy grande, muy popular, cuando juega sabemos que hay 10.000/15.000 personas en las tribunas que te exigen lo imposible y uno muchas veces no logra lo posible de un club; dentro de un club que tiene todo su variopinto, toda su situación social alrededor, porque en las inferiores tenemos muchos chicos del barrio y sus alrededores, de La Matanza, donde siempre la situación social de ellos es muy cruda.

Veamos lo positivo yo siempre digo un club abierto tiene 500/600 pibes todos los días adentro de sus puertas, no están en la calle, entonces es preferible que estén en el club antes que estén en la calle y haciendo cosas que después nos tendremos que arrepentir; es bueno el trabajo siempre y cuando se saquen a los chicos de la calle, los resultados van y vienen, campeones no se sale todos los días y es como la vida la felicidad no es completa sino de ratitos y en los clubes es lo mismo, hay mejores comisiones directivas y peores directivas pero todos vienen con la voluntad, la militancia, el amateurismo que caracteriza a un club que lo manejan los socios.»