Gobierno de la CABA: Aprietes y Temor Electoral.
Los trabajadores de ATE del Ministerio de Ambiente y Espacio Público de la Ciudad de Buenos Aires estan denunciando preocupantes prácticas de amedrentamiento a los trabajadores.
Denunciaron que el martes posterior a la elección primaria los empleados de esa dependencia fueron interrogados de a uno para averiguar a quién habían votado y se los atemorizó con el escenario de la pérdida del trabajo si el resultado del comicio se replicara en octubre.
Antes de la elección, en la misma dependencia instaron a votar al oficialismo, pidieron “compromiso” para salir a timbrear, ir a los call center y fiscalizar el día de las elecciones.
La gran mayoría de los trabajadores de esa dependencia no están en blanco, sino que facturan, y es sobre ellos que se ejerce la presión para participar de la campaña y votar al oficialismo.
Cuando ven que muchos se hacen los desentendidos pasa a ser una orden: «van a ir todos a fiscalizar porque para mantener el trabajo necesitamos el compromiso de todos y la gente que no demuestra compromiso no sirve» citaron desde muchas de las jefaturas.
Como el miedo a perder el empleo dificulta las denuncias públicas, los trabajadores víctimas de estas prácticas acuden al sindicato para que interceda.
El organismo depende del ministerio de Ambiente y Espacio Público a cargo de Eduardo Machiavelli, que es también jefe de campaña de Horacio Rodríguez Larreta. Eso explica que en otras dependencias de la administración porteña la presión para participar de diversos actos de campaña sea más sutil.
En el gobierno porteño no esperaban que el candidato del Frente de Todos, Matías Lammens, sacara más del treinta por ciento de los votos en el que fue el mejor resultado del progresismo en el distrito desde hace muchos años.
Eso explica que los ánimos estuvieran caldeados en las dependencias del gobierno porteño, pero los empleados no quieren ser víctimas del humor poselectoral.
Rodríguez Larreta hizo una buena elección pero no como esperaban.
Perdió en el sur de la Ciudad de Buenos Aires y en la Villa 31; ganó, pero perdió votos en el centro del distrito y sólo consolidó su triunfo en las comunas en las que vive la gente acomodada, como Belgrano o Recoleta. Va a tener que hacer un esfuerzo por llegar al 50 por ciento de los votos y esa presión por captar voluntades intenta ser transmitida a todo su equipo.
El Jefe de Gobierno le teme al efecto cascada y su campaña está enfocada en “blindarlo”.
Hacer una campaña municipalizada, con menor participación de Macri y el foco puesto en destacar las obras que se hicieron para retener los votos y recuperar los que se perdieron en la zona sur de la ciudad. Las estrategias de campaña son válidas en la medida en que no violen la ley.