Gracias por la vida, Abel
Este último 7 de agosto, falleció alguien insustituible en la construcción de una sociedad cada día mas justa. Abel diez era uno de los grandes y mejores militantes que tenía la comuna 9, y la ciudad de buenos aires. con una voluntad de hierro, una mística difícil de igualar, con convicciones nunca negociables. Abel, era un guía, un faro ideológico, un susurro constante en nuestros oídos, que nos interpelaba, nos cuestionaba, que no nos permita la mas mínima flaqueza, en ese camino duro y muchas veces empinado del cambio político y social.
Con solo 13 años, las calles del barrio de mataderos, lo tenían a «Abelito», apoyando a Sebastián borro y a todos los trabajadores del frigorífico Lisandro de la torre, que resistían heroicamente, el avance privatizador del gobierno de Arturo Frondizi, sobre el emblemático frigorífico.
A partir de allí, la militancia política para Abel, empezó a formar parte insustituible de su vida. comenzaba a reunirse y a discutir sobre teoría política, historia contemporánea y sobre la realidad política y social, con grandes referentes de nuestros barrios, como Juan Cymes. lugares tradicionales como el Bar Aragón y el cedrón, han sido testigos de las primeras intervenciones del entrañable Abel.
Era plena época de la inolvidable resistencia Peronista, y a través del peronismo de base (pv), como espacio político orgánico.
Trabajador del gremio telefónico, allí forjó una entrañable relación con José Badú, otro querido militante político y social, vecino de Liniers, perseguido y exiliado durante la última dictadura militar. Abel diez, fue echado de la actividad telefónica en 1974, por orden de Lopez Rega.
La década del 80, con la restauración democrática, y fundamentalmente los años 90, lo encontró, resistiendo al neoliberalismo, con su militancia siempre como estandarte.
La crisis política del año 2001 en la argentina, fue un punto de inflexión en su vida y en la de muchos compañeros de ese momento. la asamblea de Liniers, lo contó como uno de sus más fieles participantes, muy activo a la hora de buscar un cauce político superador al » que se vayan todos «.
también en los 2000, fue uno de los impulsores de la » envar el kadri», agrupación que primero lideró dante rubio, y que luego, a partir del 2005, se reestructuró y contó con el fuerte impulso y liderazgo del » nono» Frondizi.
A partir del 25 de mayo del 2003, se volvió a enamorar. ese flaco desgarbado que asumía la presidencia de la nación, volvía a poner a la política en su verdadero lugar, al servicio de los intereses del pueblo y de los mas necesitados.
En sus últimos años, siguió disfrutando de su Velez Sarsfield, de los paseos junto a su compañera de toda la vida, la querida carmen, una mujer muy valiosa, que lo apoyó siempre. también disfrutó de su hijo Emiliano, y de alguien que lo puso particularmente muy feliz, su Nietito Joaquín. a partir del nacimiento del pequeño, mostró, a mi juicio, el Abel, mas inspirado de la última década, con mayor aplomo, más lucidez, mayor profundidad de análisis. algo no le cambió para nada, y era la imponente valentía que tenía para plantear cualquier tema, en cualquier lugar.
En su última actividad militante, en las elecciones de ate capital, una caída provocó la fractura de pelvis, que agravó un estado de salud ya delicado.
Hoy ya no lo tenemos físicamente, pero ya en el velatorio, no quería que nos quedásemos quietos mirándolo, lloriqueando. El cabeza dura, ya nos mandaba a militar, nos decía que queda una semana para una nueva elección, que no hay tiempo para quedarse quietos, que la derecha siempre acecha, que no hay que bajar la guardia, que hay que persistir, sin agachar la cabeza, hablando, discutiendo, sin conformarse nunca… eso era ser un verdadero revolucionario de la vida y de la política, eso era Abel, un imprescindible.
Tu amigo Beto…y el sentir de muchos, muchos compañeros que siempre te tendrán… Presente !!