Hogares homoparentales en cuentos para niñ@s
Según el último censo nacional, realizado en 2010, en Argentina conviven al menos 25.000 parejas homosexuales y un quinto de ellos tiene hijos.
Libros: “¿Cómo llegué a este mundo?” explica el proceso de subrogación y «Anita y sus dos mamás», en la que se narra la vida cotidiana de una niña de 6 años junto a su madre Eva y su madre Mimí, comparten un relato sobre el proceso de alquiler de vientres al que recurren algunos hombres homosexuales para tener descendencia.
Hogares con dos madres o con dos padres son los protagonistas de los primeros títulos de la nueva editorial infantil argentina Molinos de Viento, que invita compartir con los más pequeños conocer la diversidad de las familias del siglo XXI.
Darío Fernández, autor de ambos cuentos y editor de Molinos de Viento, y su pareja buscaron un vientre de alquiler en Estados Unidos para aumentar la familia luego de contraer matrimonio. Cuando compartió los dibujos con el grupo de futuros progenitores del colectivo de lesbianas, gays, bisexuales y transexuales (LGBT) del que formaban parte, los amigos se entusiasmaron y le pidieron que lo editara, ya que era el tipo de cuentos que «no encontraban».
«Casi todo el material que hemos encontrado está en inglés. En español sólo hay algunos libros de España, que en Argentina no se encuentran», afirma.
De esa experiencia personal surgió también el nombre de la editorial: «El camino a la paternidad en las personas homosexuales es un recorrido con muchos escollos, no sólo biológicos, sino sociales que, al igual que al Quijote, nos parecerían gigantes contra los que tendríamos que luchar, hasta que comprendimos que sólo son molinos, pruebas a superar».
Fernández asegura que se ha visto sorprendido por la buena acogida que han tenido sus cuentos entre los docentes, que ven llegar a las aulas niños de hogares homoparentales y a veces no saben cómo abordar las nuevas realidades.
Editorial Molinos de Viento surgió a partir de la necesidad de tener material con temática de familias homoparentales en español. «Cuando tomamos la decisión de ser padres y agrandar nuestra familia comenzamos a averiguar las distintas alternativas y nos encontramos con un grupo fantástico en la Fundación Foro, conformado por varias parejas y algunas personas solteras LGTB con un mismo objetivo: “ser padres”. Luego de varios años analizando las diferentes posibilidades algunos lograron su objetivo de ser padres y otros están en el proceso».
«Este proceso de ser padres trae consigo algunos momentos muy angustiantes y estresantes, por lo que uno busca descomprimir la situación de diferentes maneras, la mas práctica para mi fue comenzar a escribir e ilustrar».
La sociedad argentina, a raíz de la aprobación de normativas que amplían los derechos de la comunidad LGBT, como la Ley de Matrimonio Igualitario (2010), la Ley de Identidad de Género (2012) y la Ley de Fertilización Asistida (2013) está más madura y receptiva para profundizar estos temas.
Aunque, afirma que «lamentablemente hay quienes aún ven a los homosexuales como gente pervertida, extraña, oscura…, pero al hablar de familias la gente lo empieza a ver desde otro lugar, con más normalidad y más respeto», dice Fernández.
Añade que, «a medida que la gente va conociendo a más familias homoparentales, se da cuenta de que todas tienen alegrías y problemáticas y su vida diaria no difiere de la de las demás».
Aunque los hogares homoparentales centran los primeros cuentos de Molinos de Viento, otro de sus títulos, «Hay muchas cosas que están bien», fomenta la diversidad más allá del núcleo familiar.
«Va en contra de la discriminación, sea por el motivo que sea», explica Fernández, para quien todos los cuentos de Molinos de Viento tienen un claro nexo común.
«Los tres (libros) están hablando de la diversidad y de la tolerancia a las diferencias, ya sea por llevar anteojos (gafas), por proceder de distintos países, tener la piel de un color u otro o por el tipo de familia que es tu hogar. Toda familia, tenga la conformación que sea, se fundamenta en el amor, eso es lo esencial», concluye.