Interrupción Voluntaria del Embarazo; Proyecto y Movilización.
En Buenos Aires y en distintas ciudades del país se manifestaron miles de personas en el marco de la presentación, por octava vez, del proyecto de ley por la Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE), impulsada por la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito.
A las 15.30 horas, se anunció que comenzarían las actividades, miles ya circulaban por la zona del Congreso y pasaban por los distintos talleres que se montaron en carpas en la vía pública para explicar el proyecto y difundir material sobre los principales puntos de la presentación.
Desde temprano, los manifestantes «verdes» armaron un festival que buscó con cantos, pancartas y hasta muñecos acompañar la presentación del proyecto en la calle. Niñas, adolescentes, jóvenes, adultas mayores participaron de manera activa. Como en cada convocatoria para realizar un «pañuelazo», no faltaron los puestos pintando las caras de verde, las carpas y una radio transmitiendo en vivo.
Estaban también en el lugar alrededor 60 personas de la llamada «Marcha por la vida» que se agruparon en la esquina de Hipólito Yrigoyen, donde con un micrófono y parlantes rezaron «en defensa de las dos vidas» y reivindicaron a los médicos que en el país se negaron a realizar abortos en hospitales. Pasadas las 18.15, se retiraron del lugar.
También asistieron representantes del colectivo Actrices Argentinas, que leyeron un comunicado: «El 13 de junio pasado, con la media sanción, millones festejamos el primer paso para que se hiciera efectivo un derecho fundamental. Pero la ley no se aprobó y desde el 8 de agosto hasta ahora, siguieron muriendo mujeres por abortos mal practicados. La ley no se aprobó y se maltrató y obligó a parir a las embarazadas, entre ellas niñas, que habían sido violadas. Decimos: El estado es responsable. Decimos: Ni una menos por abortos clandestinos».
El proyecto, que permite la interrupción del embarazo hasta la semana 14, es presentado en el Anexo C del Parlamento en el Día Internacional de Acción por la Salud de las Mujeres, esta vez con algunas modificaciones en relación a las siete oportunidades anteriores.
Las modificaciones y la fecha de presentación fueron acordadas en un plenario de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito que este martes conmemoraba su decimocuarto aniversario.
Entre los agregados al proyecto figuran la incorporación de identidades con capacidad de gestar y artículos sobre la Educación Sexual Integral (ESI). Se excluyó la objeción de conciencia de los profesionales de la salud y se reforzó la imposibilidad de penar a quien realice un aborto.
De acuerdo a cómo figuraba en la agenda a las 17.30 horas se realizó un «Pañuelazo federal» durante mas de 5 minutos, replicado en más de cien ciudades del país.
En 2018 el proyecto fue aprobado por Diputados pero rechazado en el Senado. El debate convocó a distintos sectores de la sociedad y este 2019 vuelve a insistirse en la iniciativa, en un año electoral y sin modificaciones en la composición de las Cámaras.
Estos son algunos de los puntos de este nuevo proyecto:
Convierte en derecho la interrupción voluntaria de embarazo en las primeras 14 semanas de gestación y más allá de ese plazo, cuando corre riesgo la vida o la salud de la mujer y en casos de violación (no se debe exigir denuncia).
- Incorpora la definición de “persona gestante”, como el texto que obtuvo media sanción en Diputados el año pasado. Al establecer el alcance de la ley, habla incluso, de “toda mujer u otras identidades con capacidad de gestar”.
- Define que se debe garantizar la práctica de la IVE dentro de los cinco días de su requerimiento y debe estar cubierta la práctica en hospitales, obras sociales y prepagas.
- Prevé “asesorías” para las mujeres o persona gestantes que así lo requieran, donde recibirán información, acompañamiento y métodos anticonceptivos.
- Establece que no se puede exigir ninguna autorización judicial para brindar un aborto legal.
- Fija penas de prisión de 3 meses a 1 año e inhabilitación especial por el doble del tiempo de la condena a la autoridad de un establecimiento de salud, profesional o personal de salud que “dilatare injustificadamente, obstaculizare o se negare a practicar un aborto en los casos legalmente autorizados”. Y eleva hasta 5 años la pena de prisión si resultara la muerte de la mujer o persona gestante.
- Como el proyecto anterior, no criminaliza a las mujeres y otras identidades con capacidad de gestar que se sometan o practiquen un aborto por fuera del plazo de 14 semanas y de las causales establecidas. En el caso de los profesionales de la salud que intervengan solo mantiene penas cuando se practique sin el consentimiento de la mujer o persona gestante.
- En relación a las adolescentes, el texto dice que si se trata de una persona menor de 13 años quien demande la práctica, “se requerirá su consentimiento informado con asistencia de al menos uno de sus progenitores o representantes legales”. Y cuando tiene entre 13 y 16 años, “se presume que cuenta con aptitud y madurez suficiente para decidir la práctica y prestar debido consentimiento”. Si su vida o su salud corre grave riesgo por condición preexistente, el consentimiento lo deberá dar uno de sus progenitores. A partir de los 16 años se considera que tiene “plena capacidad” para ejercer los derechos previstos en la ley.
- Incorpora la dimensión intercultural. En el caso de que la mujer o persona gestante que quiere abortar hablara una lengua diferente, se deberá garantizar la presencia de intérprete con el fin de asegurar una comunicación efectiva en un marco de respeto por la interculturalidad, propone el texto. Por otra parte, aclara que la ley alcanza a cualquier mujer o persona gestante sin distinción de nacionalidad, origen, condición de tránsito y/o status de residencia o ciudadanía.
- Incluye un capítulo especial donde reafirma la obligación del Estado en relación a la aplicación de la educación sexual integral y establece que se deberá enseñar sobre el aborto definido como un “derecho” de las mujeres y personas gestantes, “a través de contenidos científicos, laicos, confiables, actualizados y con perspectiva de género que puedan fortalecer su autonomía”. Deben incluirse los contenidos respectivos en la currícula de todos los niveles educativos, independientemente de la modalidad, entorno o ámbito de las instituciones educativas, sean éstas de gestión pública estatal, privada o social, lo que deberá hacerse efectivo en todo el territorio nacional a partir del ciclo lectivo inmediatamente posterior a la entrada en vigencia de la ley.