Jornadas para Detectar Cáncer de Hígado.
Bajo el lema «El cáncer de hígado y del hígado graso son la realidad de cientos de argentinos»
Las personas que presenten factores de riesgo, tales como diabetes, obesidad, sedentarismo, colesterol y/o triglicéridos elevados, consumo frecuente de alcohol y antecedentes de enfermedades hepáticas podrán acceder a ecografías abdominales y charlas sobre nutrición.
Aquellos pacientes que requieran un seguimiento en Hospitales a designar por los especialistas se retiraran con el día y la hora de consulta correspondiente. Asimismo se darán charlas continuas sobre estas patologías en el Hall del centro asistencial Cecilia Grierson en forma permanente y consecutiva durante los dos días de actividades a cargo de especialistas en patologías hepáticas y abdominales.
Según datos de la Organización Mundial de Salud (OMS), el cáncer de hígado es el quinto cáncer más frecuente y segundo como causa de muerte por neoplasia. La incidencia crece desde que existe registro: 16 casos por cada 100.000 habitantes por año, en la actualidad, lo que representa un 7 por ciento de todos los cánceres que se diagnostican. Según los datos difundidos por la Asociación Argentina para el Estudio de las Enfermedades del Hígado (AAEEH), el hígado graso no alcohólico afecta a tres de cada diez adultos en el país.
El mayor factor de riesgo para desarrollar un HCC es la presencia de cirrosis, de cualquier etiología que, en nuestra región, la causa más común es la relacionada al consumo de alcohol y por acumulación de grasa en el hígado. Un tercio de los pacientes cirróticos desarrolla hepatocarcinoma, con una incidencia anual del 1 al 8 por ciento.
La esteatohepatitis no alcohólica es una forma progresiva de la enfermedad del hígado graso no alcohólico (o NASH, por sus siglas en inglés) y aproximadamente el 20 por ciento de los pacientes con esta última enfermedad la desarrollan. A su vez, el hígado graso ocurre cuando se acumulan glóbulos de grasa en las células hepáticas, lo cual provoca muerte celular y desarrollo de inflamación. Tras años de inflamación crónica, comienza a formarse tejido cicatricial y se genera una fibrosis hepática. Cuando dicha fibrosis es severa se transforma en cirrosis, la cual puede derivar en insuficiencia y cáncer hepático. Actualmente, la única cura para la cirrosis provocada por NASH es el trasplante de hígado.