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José Ceña, Guitarrista, en Comunas un Desafío.
Publicado: 20 ene 2020
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Nos comunicamos desde nuestros estudios con el gran guitarrista José Ceña, reconocido intérprete de nuestra música nacional para conversar un poco acerca de la música argentina y latinoamericana recordando el aniversario del fallecimiento de Alfredo Zitarrosa en 1989 y la partida de Juan Carlos Saravia, de Los Chalchaleros el último viernes 17 de enero.
José esta trabajando desde hace muchos años en el Ministerio de Cultura y ahora » estamos esperando que se <acomoden los melones> dominando la ansiedad porque después de cuatro años uno quisiera que en un mes estose acomodara pero hay que acompañar la gestión, con tolerancia con paciencia y con confianza», nos anuncia enseguida de iniciar la charla.
«Yo tenía dos programas de folklore: uno de homenaje permanente a la obra de Atahualpa Yupanqui y los grandes creadores de la música folklórica como el Cuchi Leguizamón, los hermanos Ávalos y otro que vinculado a la nueva generación, a la generación emergente que está haciendo un camino muy interesante y que marca una nueva tendencia en parámetros estéticos apelando al bloque cultural e histórico a que pertenece proponiendo cosas muy interesantes (Arbolito, Dúo Orozco-Barrientos). Por supuesto que la historia de nuestra música tuvo gente que incursionó, abriendo nuevas ventanas a un nuevo panorama como Rául Carnota, Farías Gomez, Manolo Juarez y lo interesante de esta nueva generación es que si bien se ven motivados por sus propias inquietudes y apelan a un elenco de instrumentos diferentes que n o son los tradicionales a formas diferentes de componer en lo poético y en la melodía no están divorciados de la tradición y parten de una raíz, no se divorcian no van contra los <abuelos>, esa lectura es muy sabia y muy constututiva; no dejar de recordar de donde venimos y por supuesto mirar hacia un nuevo horizonte. En eso consistían esos encuentros regionales que hemos hecho en el litoral, en el Chaco en Tucumán en San Juan en Gral Roca en la Patagonia y en varios lugares emblemáticos donde además hay una historia cerca de la enseñanza de la música popular bastante interesante», añadio.
Para continuar así, «es muy importante la presencia del estado en todas las transformaciones sociales en lo que tiene que ver con la cultura y en mi caso particular en lo que tiene que ver con la música, porque cuando el estado esta ausente interviene el mercado, entonces cuando el neoliberalismo habla de libertad lo que esta hablando es que le den libertad al mercado para que accione; cuando el mercado acciona, acciona e interviene los procesos culturales, los transforma pero para rédito de los entramados capitalistas, entonces el estado en cambio me parece que es lo que hemos construído durante la gestión claramente más reciente del kirchnerismo del 2003 al 2015 fue acompañar esos procesos de transformación, acompañarlos pero no acompañarlos entrometiéndose y modificándolos condicionándolos sino ver que es lo que necesita esta franja social vinculada al arte popular y especialmente a la música para que mejore su condición de profesionales en términos de dignidad y en el marco del arraigo. Acompañar a las nuevas generaciones a que sepan como vivir un tramo de su producciones artísticas, de una producción discográfica y que puedan desarrollarse en su propia provincia, en su propia región, ese es un acompañamiento necesario.
En cambio las reglas del mercado imponen otra cosa, es una libertad, que de libertad tiene muy poco, es la libertad del mercado de hacer con los procesos sociales lo que al mercado le parece, a esa libertad apela el neoliberalismo.»
Citó además, «cuando se fue conformando esa unidad nacional promulgada por el mismo <mitrismo> ya desde fines del siglo XIX apeló a una idea de folklore y de tradición de carácter muy reaccionario, de carácter muy conservador, eso se mantuvo prácticamente durante toda la historia del folklore hasta la mitad del siglo XX y ahí se produce con la aparición del <Nuevo Cancionero> que lideraba gente como Armando Tejada Gomez, Oscar Matus, Mercedes Sosa, proponían que las letras de las canciones dejaran de ser postales turísticas para comprometerse más con la realidad del hombre, con su tragedia social, con sus necesidades, que la canción también sea una especie de faro ante los reclamos y la actitud y el dolor y el olvido de tantos sectores sociales»
«Entonces no está mal decir que hay un folklore más comprometido socialmente y que hubo uno más tradicional y más reaccionario. Tejada Goméz significó un cambio profundo, enorme, y quien fue la voz de ese cambio: la negra Sosa; hubo y hay muchísimas corrientes y expresiones artísticas e intérpretes de folklore que están asociados a este <compromiso social> ahora yo me hago esta pregunta: a veces la belleza en el arte popular no coincide con la ideología; vos podés escuchar a una propuesta musical folklórica una poesía linda y vos decis ¿que hizo? y vos te relacionas con los intérpretes y son de temer; yo no puedo correrme de este diagnóstico pero tampoco puedo correrme de también sentir una apreciación del hacer frente a un hecho artístico consumado. Yo escucho a Los Chalchaleros y a mí me genera mucho placer, después las posturas que ellos han tenido frente a situaciones me parecen cuestionables, inclusive algunas expresiones delatan el carácter idiológico de sus componentes y yo no los acompaño de ninguna manera pero no voy a dejar de escuchar Sapo Cancionero o la versión que ellos tienen de algunas otras zambas que me parecen inigualables, que han creado un sonido y un sello propio.», ampliando lo anterior.
Para finalizar, «entonces no voy a leer a Borges, no voy a escuchar a Piazzolla, que hago con un actor como Luis Brandoni que es un excelente comediante y no quiero escucharlo hablar ni verlo más; entonces lo que me parece que tenemos que tomar es el hecho artístico y por supuesto analizar después lo ideológico pero no privarnos del placer que genera un hecho artístico consumado por una cuestión ideológica; esa es mi postura, mi forma de ver. Recuerdo el padre de un amigo que no soportaba verla ni escucharla a Mercedes Sosa porque es <una gorda comunista> eso decía, era tremendo y yo le decía no podes correrte de esa mirada ideológica, y poder disfrutar de una voz y un repertorio que es bellísimo y no, no podía, entonces yo no quiero caer en esa.»