Ley de Milei: 3 Días de Sesión, Represión Federal, Aprobación de «Amigables».
La Libertad Avanza, sus aliados del PRO y los opositores amigables de la UCR y Hacemos Coalición Federal votaron la aprobación en general de la ley que desregula la economía y criminaliza la protesta social. Cerca de las 18 horas de este viernes la votación arrojó 144 diputados a favor de la Ley Ómnibus y 109 en contra.
De los 664 artículos que tenía la normativa original enviada por el Gobierno, la iniciativa aprobada este viernes contiene finalmente 386 artículos.
La sesión paso a un cuarto intermedio luego de más de 30 horas de debate en tres jornadas, en las que expusieron unos 200 oradores, y en la deliberación del cuerpo en particular se deberán tratar cada capitulo del dictamen y dos anexos referidos a modificaciones de la ley de Defensa de la Competencia y el Sistema de Inversiones para grandes empresas.
Los votos se repartieron como se preveía. Junto a LLA votaron los legisladores del PRO, casi todo el radicalismo, la mayoría de Hacemos Coalición Federal, Innovación Federal y otros bloques menores.
En contra se pronunciaron los diputados de Unión por la Patria y el Frente de Izquierda, más cuatro de HCF (Mónica Fein, Esteban Paulón, Margarita Stolbizer y Natalia de la Sota), dos de la UCR (Facundo Manes y Pablo Juliano) y uno de Por Santa Cruz (Sergio Acevedo).
¿Qué fue lo que aprobaron los diputados después de debatir durante tres jornadas?
Nadie lo sabe con certeza, porque aún se sigue negociando el contenido final del dictamen. De hecho, recién a minutos de la votación, el diputado Gabriel Bornoroni (LLA) anunció qué artículos quedaban suprimidos del proyecto tratado en comisión, una larga lista que también incluyó restituciones de puntos que antes se habían comunicado como suprimidos.
Legisladores de UxP denunciaron que, a último momento, se reincorporaron al proyecto dos artículos ampliamente resistidos: el 179º, que desfinancia el Fondo de Integración Socio urbana, y ?el 196º, que elimina el Fondo de Garantía de Sustentabilidad de Anses.
En los discursos de cierre, los jefes de bloques de la UCR, Rodrigo De Loredo, y de Hacemos Coalición Federal, Miguel Ángel Pichetto y el titular del PRO, Cristian Ritondo, adjetivos mas adjetivos menos, anunciaron que sus sectores votarían la norma (antes ómnibus ahora casi una combi) en general.
El presidente del bloque de LLA, Oscar Zago. Repitió el guión que dice que con esta ley se comenzará a «reconstruir la Argentina» y chicaneó a su predecesor en el uso de la palabra «ustedes se van a ir con el discurso, pero nosotros nos vamos a ir con la ley».
Todavía falta la votación en particular, pasar por el Senado y, con un proyecto tan amplio, nadie descarta que haya cambios y deba volver a Diputados.
Las bancadas que facilitaron el trámite parlamentario confiaron en que en el tratamiento de los aspectos particulares haya acuerdos.
Sectores del PRO y del radicalismo destacaron la necesidad de hacer cambios en algunos puntos, como las privatizaciones, el impuesto PAIS y el endeudamiento.
La discusión en torno a la «Ley Bases» continuará el martes 6 de febrero, mientras se esperan más reacciones de diversos sectores de la sociedad.
Estuvieron ausentes 3 legisladores: el jujeño Guillermo Snopek y el santiagueño José Gómez, de UxP y Jorge Ávila de «Hacemos Chubut».
Unos 60 heridos, más de 30 de ellos trabajadores y trabajadoras de prensa, y decenas de detenidos fue el saldo de la brutal represión desplegada por las fuerzas federales (Gendarmería, Prefectura y Policía Federal) al mando de la ministra de Seguridad Patricia Bullrich en la plaza del Congreso y aledaños.
Las escenas que se vivieron en plaza Congreso y sus inmediaciones incluyeron a gendarmes golpeando a jubilados, efectivos de la Policía Federal disparando a mansalva con balas de goma sobre manifestantes y agresiones físicas sobre periodistas, fotógrafos y camarógrafos, e incluso hasta contra algunos de los diputados y diputadas de Unión por la Patria y del FIT-U que bajaron desde el recinto para intentar frenar el show represivo.
Los policías motorizados de la PFA, del Grupo GOM, que desfilaron rodeando a los manifestantes tenían una escopeta en una mano y en la otra el frasco del nuevo gas irritante, pimienta combinado con lacrimógeno –que dificulta la respiración, afecta mucosas de ojos, nariz y boca, y produce quemaduras químicas en la piel– y cuesta 200 mil pesos cada uno.
La violencia se desató sobre personas que estaban sobre la vereda, cuando las organizaciones políticas, sindicales, barriales y de derechos humanos y de jubilados estaban en pleno repliegue.
La CABA pareció un distrito intervenido por las fuerzas federales que no sólo cubrieron el parlamento (su función) si no que invadieron jurisdicción porteña desplegando su terror por sectores aledaños al recinto del Congreso Nacional donde la policía de la Ciudad de Buenos Aires cuenta con 26.000 agentes para mantener «el orden».