Reinauguraron el Mercado de Belgrano
El pasado 25 de Noviembre el jefe de Gobierno porteño encabezó el acto de reinauguración del Centro de Abastecimiento Belgrano, uno de los mercados más antiguos de la Ciudad de Buenos Aires que tiene especial significado para los vecinos porque se construyó en terrenos cedidos por el escritor José Hernández durante la última parte del siglo XIX.
Macri recorrió las instalaciones e hizo un brindis con los encargados de los puestos, en compañía del ministro de Ambiente y Espacio Público, Diego Santilli, cuya área tuvo a cargo las tareas de reacondicionamiento del edificio.
Se reemplazaron las instalaciones eléctrica y sanitaria, techo, solado, tabiques, cielorraso, revestimientos, cortinas, carpintería, herrería y pintura, así como también se restauraron los murales sobre las fachadas de Ciudad de la Paz y Juramento.
La Ciudad cuenta con cinco puntos fijos de abastecimiento ubicados en los barrios de Pompeya, Villa Pueyrredón, San Nicolás, Caballito y Belgrano que funcionan de lunes a sábados en el horario de 8.30 a 20.
Los artículos de mayor oferta son frutas, verduras, carnes, productos de granja, pescados y mariscos frescos y/o congelados, orgánicos, lácteos, fiambrería, pastas frescas, embutidos y almacén.
Algunos de los mercados ofrecen artículos de limpieza y de bazar y cuentan con mercería, marroquinería, librería y lavadero.
Durante 2010 se realizaron trabajos de mejora y remodelación en el Centro de Abastecimiento de Nueva Pompeya, y este año, además, se relanzó el Mercado de Primera Junta.
La “Feria Modelo Belgrano”, como se la conoce tradicionalmente, nace a partir de los terrenos que donó en 1875 el escritor José Hernández, autor del Martín Fierro, para la creación de un mercado popular en el entonces partido de Belgrano.
Las lonas y tinglados de los primeros comerciantes pronto comenzaron a atraer a gente que concurría, inclusive, desde más allá de los límites de Belgrano para comprar los productos que el boca en boca se había encargado de rotular como “los mejores”.
Con el sostenido crecimiento, las tiendas fueron reemplazadas por estructuras sólidas que, paulatinamente se convirtieron en exitosos comercios familiares.
Entre 1960 y 1990 el Centro de Abastecimiento se caracterizó por vender comestibles y especias de difícil hallazgo en otros mercados de la Ciudad, pero la década subsiguiente estuvo plagada de dificultades para los comerciantes del lugar.
Se fundó entonces la Cooperativa José Hernández para ayudar a sostener la centenaria feria, aunque ya contaba solamente con la mitad de los puestos de su época de esplendor.