Fiesta del Mundial opacada: dos muertes en el tránsito y algo para aprender.

Mientras la emoción y la alegría dura y crece en la mayoría del pueblo argentino, en este mundial que se va ganando,  hay al menos dos argentinos,  y sus familias, que habiendo estado más cerca que el resto para participar y gozar de este acontecimiento deportivo, ya no pueden hacerlo.

Primero fue la hija del cronista Tití Fernández, quien falleció,  hace unos días, en una  ruta brasileña,  y más recientemente, el periodista deportivo Jorge “Topo” López, del diario Olé y radio La Red,  en las calles de San Pablo. En dos hechos con llamativas coincidencias:

• ninguno de los dos conducía el vehículo en que viajaba,
• ambas víctimas viajaban sentadas en el asiento trasero,
• ambas víctimas viajaban sin cinturón de seguridad,
• los dos vehículos fueron chocados por otro vehículo,
• ambas víctimas fueron despedidas del vehículo,
• las dos murieron en el lugar del hecho.

 Inocentes. Sin responsabilidad alguna en el siniestro. Un hecho imprevisto, impensado para ellos y para todos.

 Y ellos, sueltos en el auto. Sin el único salvavidas dentro del vehículo, preparado justamente para estas situaciones, imprevistas, impensadas, pero siempre posibles en el tránsito, en el que dependemos unos de otros.

Por eso es necesario tomar conciencia. 

En Argentina, cerca de 1000 personas mueren por año por no usar el cinturón de seguridad. Muchas son pasajeros que viajan en los asientos traseros sin cinturón de seguridad. Expuestos a golpearse y salir expulsados fuera del vehículo hacia una muerte casi segura.

A pesar de la legislación que obliga al uso del cinturón de seguridad:

 Fuente: Luchemos por la vida