Problemas por la Deficiencia de la Vitamina B12.
La vitamina B12, también llamada cobalamina, es una vitamina hidrosoluble que el cuerpo puede almacenar en el hígado durante años, eliminando los sobrantes a través de la orina.
Se trata de un nutriente que, entre otras funciones, se destaca la formación de glóbulos rojos, el favorecimiento del crecimiento y la división celular, la formación de ADN y ARN, formación de la vaina de las fibras nerviosas, como la de la mielina; o el metabolismo del ácido fólico en las células.
También se encarga del metabolismo de la homocisteina, aminoácido potencialmente peligroso para el sistema cardiovascular, activando su conversión a metionina, otro aminoácido, reduciendo así la concentración de homocisteina en sangre. Con este mecanismo, la vitamina B12 protege el sistema cardiovascular y contribuye a evitar enfermedades cardiovasculares.
La vitamina B12 se encuentra naturalmente presente en una amplia variedad de alimentos de origen animal y en ciertos alimentos fortificados con vitamina B12 agregada. Los alimentos de origen vegetal no contienen vitamina B12 salvo que sean fortificados.
Para obtener las cantidades recomendadas de vitamina B12, hay que consumir alimentos variados tales como:
- Hígado de vacuno y almejas, que son las mejores fuentes de vitamina B12.
- Pescado, carne, carne de ave, huevos, leche y otros productos lácteos, que también contienen vitamina B12.
- Ciertos cereales para el desayuno y otros productos alimenticios fortificados con vitamina B12 agregada.
La cantidad de vitamina B12 que se requiere por día depende de la edad. Las cantidades promedio diarias de vitamina B12, expresadas en microgramos (mcg), que se recomiendan son las siguientes:
- Bebés hasta los 6 meses de edad: 0,4 mcg
- Bebés de 7 a 12 meses de edad: 0,5 mcg
- Niños de 1 a 3 años: 0,9 mcg
- Niños de 4 a 8 años. 1,2 mcg
- Adolescentes de 14 a 18 años: 2,4 mcg
- Adultos: 2,4 mcg
- Mujeres y adolescentes embarazadas: 2,6 mcg
- Mujeres y adolescentes en periodo de lactancia: 2,8 mcg
Una falta de vitamina B12, o deficiencia de vitamina B12, tiene lugar cuando el cuerpo no obtiene o es incapaz de absorber la cantidad de vitamina que necesita.
La falta de vitamina B12 puede deberse a factores alimentarios, como por el consumo de una dieta vegetariana mal planeada, una alimentación deficiente en los bebés o desnutrición durante el embarazo.
Por otra parte, la deficiencia en la vitamina B12 se puede deber a una mala absorción. Se requieren dos pasos para que el cuerpo absorba la vitamina B12 de los alimentos. Primero, el ácido clorhídrico del estómago separa la vitamina B12 de la proteína en la que está presente en el alimento. Después, la vitamina B12 se combina con una proteína producida por el estómago llamada “factor intrínseco” que ayuda a que la vitamina pueda absorberse. Algunas personas tienen un tipo de anemia (anemia perniciosa) en el que no pueden producir factor intrínseco. Como consecuencia, tienen dificultades para absorber la vitamina B12 de todos los alimentos y suplementos dietéticos.
Cabe destacar grupos de la población con mayor riesgo a padecer deficiencia de vitamina B12, entre ellas:
- Personas de más de 50 años, que van perdiendo la capacidad de absorber la vitamina B12 de los alimentos.
- Las personas que siguen una dieta vegetariana o vegana, que deben tratar de consumir alimentos fortificados con vitamina B12 o hablar con atención médica sobre tomar suplementos de dicha vitamina.
- Las personas que se han sometido a una cirugía gastrointestinal, como la cirugía para bajar de peso, pierden la capacidad de absorber la vitamina B12.
Se trata de un grupo de anemias causadas por síntesis defectuosa de ADN nuclear, en un 95% de los casos por trastornos del folato y/o vitamina B12, provocando una hematopoyesis megaloblástica.
La prevalencia mundial de la anemia megaloblástica oscila entre el 2-5% del total de las anemias, siendo la tercera causa de anemia detrás de la anemia ferropénica y de la anemia de trastornos crónicos, aunque en los últimos años se ha apreciado un aumento de casos debido a la creciente aparición de patología gastrointestinal entre la población general.
Los síntomas pueden llegar a no reproducirse o a ser leves, como diarreas o estreñimiento, fatiga y falta de energía o mareo al pararse o hacer esfuerzo, piel pálida, problemas de concentración, dificultad respiratoria, sobre todo durante el ejercicio, e inflamación y enrojecimiento de la lengua o encías sangrantes.
Si los niveles bajos de vitamina B12 perduran por mucho tiempo, puede presentar daño neurológico, abarcando síntomas como la confusión o cambio del estado mental, demencia en casos graves, depresión, pérdida del equilibrio y entumecimiento y hormigueo de manos y pies.
El tratamiento para evitar estas lesiones tiene el objetivo de incrementar los niveles de vitamina B12. El tratamiento puede incluir una inyección de vitamina B12 con una frecuencia de una vez al mes. Las personas con niveles muy bajos de vitamina B12 pueden necesitar más inyecciones al principio. Algunos pacientes también deben tomar suplementos de vitamina B12 por vía oral.
La vitamina B12 está presente en casi todos los suplementos multivitamínicos. También existen suplementos dietéticos que contienen sólo vitamina B12, o vitamina B12 con nutrientes como ácido fólico y otras vitaminas B.
La vitamina B12 también se consigue en presentación “sublingual”, de manera que se disuelve bajo la lengua. No existen pruebas científicas de que las presentaciones sublinguales se absorban mejor que las pastillas para ingerir.
Con receta médica, la vitamina B12 puede inyectarse, como hemos mencionado anteriormente. En general, esto se utiliza para tratar la deficiencia de vitamina B12. También con receta médica, hay geles nasales (para uso en la nariz) que aportan vitamina B12.
Ahora bien, un exceso de esta vitamina puede provocar reacciones alérgicas transitorias con cuadros de urticaria, así como complicaciones digestivas, dolores de cabeza y otros síntomas como la trombosis vascular periférica.