#ElTangoNoSeClausura protesta contra la persecución, además reclama la reglamentación de la ley de fomento a las milongas, la puesta en práctica de la ley declaratoria que insta a enseñar tango en las escuelas públicas de la Ciudad y el fomento genuino del género.

Durante varias horas y con la participación de tres orquestas tocando en vivo (la Negro Cejas, La Hoguera y La Trampera), los milongueros contaron a los transeúntes las dificultades que sufren por el impacto de los tarifazos, las dificultades para acceder a las habilitaciones y el acoso constante de los inspectores de la Agencia Gubernamental de Control.

 

El grupo se armó tras la clausura de la milonga de Cochabamba 444, San Telmo Comuna 1, un espacio emblemático del circuito porteño, y sirvió para demostrar que hoy la legislación es tan ridícula que si habilitan para bailar tango, no se puede bailar otra cosa, así que si alguien quiere bailar el separador que es de otra música y cae un inspector, te pueden clausurar.