Recolección de Pilas Usadas.
El Gobierno Porteño incorporó cuatro cabeceras de Trenes Argentinos S.A. como puntos de recepción de pilas usadas, llegando a 109 lugares en la Ciudad.
Las pilas se pueden llevar, además, a los Puntos Verdes Móviles, que recorren las 15 comunas y que repiten cronograma todas las semanas, a los Puntos Verdes fijos, a las Farmacias Dr. Ahorro y a las Estaciones de Servicio Axion que se encuentran en la Ciudad de Buenos Aires.
Las estaciones de trenes que se sumaron son:
–Estación Retiro Mitre I: Av. Dr. José María Ramos Mejía 1402 (Comuna 1, Retiro)
–Estación Belgrano Sur I: Av. Sáenz al 800 (Comuna 4, Nueva Pompeya)
–Estación Once III: teniente Gral. Juan Domingo Perón 2867 (Comuna 3, Balvanera)
–Estación Constitución II: Hornos 11 (Comuna 1, Constitución)
La Legislatura porteña aprobó en 2018 el proyecto de Ley para la Gestión Integral de Pilas en Desuso.
Esta ley establece la Responsabilidad Extendida del Productor, es decir, que la persona que produzca, importe, distribuya y/o comercialice pilas es responsable de su gestión al final de su vida útil.
Hasta el momento se han recuperado 1.924.988 unidades lo que equivale a 57.59Tn.
Hasta noviembre del 2022, se habían recolectado 16.07 Tn. en todo el año.
En todos los puntos se reciben pilas portátiles de uso doméstico, recargables o de varios usos como las AA, AAA, AAAA, C, D, N, 9V y botón (o moneda).
Se recomienda llevar las pilas sueltas para ser depositadas en los espacios de recolección.
Una vez desechadas, las pilas pueden perder su capa protectora de metal, ya sea por corrosión interna de sus elementos o por acción climática, causando el derrame de metales pesados que pueden lixiviarse a través del suelo y alcanzar cursos de agua subterránea y acuíferos con un alto impacto a los recursos naturales y a la salud.
Los metales pesados que contienen las pilas como el cadmio, plomo y mercurio son tóxicos aún en concentraciones bajas y tienen tendencia a acumularse en los seres vivos.
Otros compuestos, como los ácidos, álcalis, sales y metales como el níquel, litio, zinc, manganeso, hacen que resulten riesgosas para la salud y el ambiente frente a una inadecuada gestión de las mismas.