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Sexualidad Infantil.
Publicado: 13 feb 2019
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Hoy no se discute la existencia de una sexualidad infantil. La concepción del niño/ a como ser asexuado ha sido desestimada, la masturbación y los juegos sexuales, tan frecuentes como normales, no son más que una prueba de ello.
Respondamos a las preguntas sobre sexualidad con naturalidad. Es entendible que los adultos que no han sido educados sexualmente de esta manera, no les resultará fácil contestar ciertas preguntas. Este es un obstáculo que debemos superar si no queremos seguir transmitiendo a los chicos un modelo de ocultamiento acerca de temas sexuales.
La sexualidad es un aspecto natural en los seres humanos, una función más y como tal, debe ser un tema tratado con naturalidad, honestidad, afecto y debe tener su propio espacio dentro del proceso educativo del niño. Afirmar la sexualidad infantil significa darle un valor y que sea tomada en serio. Es responsabilidad de los adultos acompañar a los chicos en el transcurso del aprendizaje con información adecuada y con los límites saludables.
• desde que nace hasta los 2 años de edad: el bebé se conecta con el mundo a través de su boca. Es en contacto con el pezón de su madre no sólo que se alimenta para su supervivencia sino que también obtiene placer a través de ese contacto. Los mecanismos físicos de la respuesta sexual están presentes desde la lactancia. Nadie debe alarmarse porque un/a lactante juege con sus genitales al estar desnudo o durante el baño ya que esto denota una evolución completamente normal.
• desde los 2 a los 5 años: es etapa de alta curiosidad. Exploran las diferencias anatómicas entre el niño y la niña y las sensaciones de placer que su propio cuerpo le produce. Se interrogan sobre la reproducción, juegan al “doctor” y tratan de observar las relaciones sexuales entre adultos, en la propia familia, en la TV, entre animales, etc. Descubren la existencia de los roles sexuales, preguntando de manera especial acerca de ellos y aparecen conductas masturbatorias. Veremos al varón acariciarse hasta entrar en erección y a la niña acariciarse la vulva. A veces lo hacen con sus manos y otras veces produciendo frotamientos con algún objeto. En estos años, más que en años posteriores, dependen de las normas y modelos que les ofrecemos los adultos. Esas son las oportunidades para explicarle los límites entre lo que pueden hacer o mostrar en público y lo que no.
• la edad escolar (6 años hasta la adolescencia): es la etapa de juegos que facilitan la exploración sexual, pasatiempos de simple inspección ocular, tocamientos con otros niños y niñas, periodo de fantasías y enamoramientos. No es positivo que madres y
padres reaccionemos con alarma u hostilidad ante el descubrimiento de estos juegos sexuales dado que son parte del proceso madurativo y no significan a alteraciones de la conducta. El proceso de aprendizaje y exploración del propio cuerpo es necesario para que los chicos logren conocer y comprender aquello que están descubriendo de sí mismos, sí es importante que los mismos sean reservados al ámbito privado. Tampoco debe alarmar los juegos sexuales o exploratorios entre pares.
Las inquietudes de la mayoría de los padres y docentes están centradas en cómo encarar la información sobre sexualidad, especialmente en las siguientes situaciones: embarazo materno de un hermanito, preguntas sobre la concepción, cómo actuar frente a la masturbación y juegos sexuales de los niños, qué hacer ante las conductas afeminadas de un varón, etc. La educación sexual es una parte más de la educación que se brinda en la familia. Aunque los padres y las madres no quisieran enseñar, siempre lo están haciendo con sus juicios de valor, con la propia vida en pareja, con sus actitudes ante las cosas, mediante aquello que prohiben o permiten. El sexo es para el niño y la niña algo que le provoca mucha curiosidad y si no obtienen información de su madres o padres la buscará en otras fuentes como la televisión, los amigos, la web. Que los padres y madres faciliten información no significa en absoluto el fomentar en sus hijos e hijas del deseo de tener relaciones sexuales. Las prohibiciones y condenas en este tema evitan un desafío para los padres pero conducen a problemas más serios. El conocimiento, por el contrario, siempre produce una mayor capacidad de tomar decisiones adecuadas. La posibilidad de que los niños, niñas y adolescentes experimenten la sexualidad de modo responsable presupone facilitar con anterioridad una información adecuada. Puede ocurrir que un niño reprima las preguntas sobre sexualidad, porque ha recibido mensajes verbales o no verbales inhibitorios pero la necesidad de información siempre existe.
Las manifestaciones de la curiosidad sexual de un niño se realizan de muchas maneras. A través de gestos y miradas expresan sus interrogantes aún desde muy pequeños. A medida que el niño avanza en las adquisiciones del lenguaje, comienza la etapa de las preguntas sobre sexualidad. Es aconsejable contestar siempre a dichas preguntas, y hacerlo con un lenguaje que el niño pueda entender. Cuando un niño/a pregunta algo, es porque está preparado para recibir la respuesta. No es necesario avanzar más allá de lo que el niño pregunta; simplemente debemos satisfacer la curiosidad de ese momento. El niño a medida que se le van satisfaciendo los interrogantes, va construyendo en su mente la pregunta siguiente. Es adecuado nombrar a los genitales por su nombre verdadero. Los varones tienen pene y testículos y las niñas, vulva y vagina.
Acerca de los genitales: se debe explicar que las nenas son como la mamá y los varones son como el papá. Los varones tienen pene y testículos y las nenas tiene vulva y vagina. Más adelante se les explicará acerca de los genitales internos femeninos: que las nenas además tienen útero y ovarios.
De dónde vienen los bebés: se les debe explicar que se forman en el vientre o la panza de la mamá.
Por donde salen los bebés: se le dirá que cuando el bebé está crecido sale por la vagina. Como ya estará informado de las diferencias anatómicas de los sexos tendrá conocimiento de la existencia de la misma.
Cómo llegó el bebé a la panza de la mamá: la respuesta debe incluir la participación del padre y contestar que mamá tiene una célula dentro de su vientre, la que se une con otra que aporta su papá y que de esta unión se forma el bebé, el que irá creciendo y madurando hasta que esté en condiciones de nacer. Que el papá pone con el pene en la vagina de la mamá su célula para que se junte con la célula de mamá y pueda formarse y crecer el bebé. Los niños toman esta explicación con naturalidad si se les explica de esta manera y lo que es más importante, entenderán que pueden acudir a sus padres para preguntarles sobre cualquier tema. Todos estos temas suelen ocupar el interés de los niños entre los 3 y los 7 años. Muchas veces los procesos intelectuales se ven adelantados porque es un hermanito mayor el que pregunta delante de un niño menor; por consiguiente, los padres deberán adecuar la información y el lenguaje a la edad cronológica y nivel de maduración.
Una vez satisfechos estos interrogantes sobre el origen de la vida, y a medida que van creciendo, la curiosidad sexual infantil comienza a transitar sobre otros andariveles, hasta llegar a la pubertad.
Se interesan acerca de diversos temas como el noviazgo y el matrimonio, la menstruación y el desarrollo sexual, las relaciones sexuales, la homosexualidad, el travestismo, los abortos, etc.
Debemos comprender que la curiosidad sexual de los niños y los adolescentes en la actualidad, está muy incentivada por la presencia constante de temas de sexualidad a través de los medios de comunicación masivos, en especial de la televisión. Esa hiperestimulación puede en ocasiones conceder nociones equivocadas y perjudiciales a los chicos, son los padres quienes deben ejercer el filtro de ese exceso de información.
Debemos comprender que la curiosidad sexual de los niños y los adolescentes en la actualidad, está muy incentivada por la presencia constante de temas de sexualidad a través de los medios de comunicación masivos, en especial de la televisión. Esa hiperestimulación puede en ocasiones conceder nociones equivocadas y perjudiciales a los chicos, son los padres quienes deben ejercer el filtro de ese exceso de información.
En la medida de lo posible, no se debe perder ninguna oportunidad para entablar conversación sobre sus dudas e intereses en este y otros temas.
Fuente: Sexualidad Infantil Doctora María Varas. (Gracias)