Sinovitis de cadera en niños?
Es una inflamación de la cadera (del tejido que envuelve a la articulación llamado membrana sinovial). Es la causa más frecuente de dolor de cadera en el niño y una causa común de cojera en las edades comprendidas entre los 3 y 10 años. Es una enfermedad benigna que se cura sola en poco tiempo (unos 10 días). Generalmente se afecta una de las caderas y solo en un 5% de los casos afecta a las dos.
El aumento de líquido dentro de la cadera provoca dolor, limitación del movimiento o cojera. El niño se queja, al caminar o correr, de dolor en la ingle, en la parte delantera del muslo e incluso en la rodilla; los niños más pequeños pueden no describirlo con tanta claridad. Empieza de forma aguda; a veces el niño se queja un poco por la tarde y, al levantarse, camina cojeando. Por lo demás, se encuentra bien, sin fiebre ni otros síntomas.
Con frecuencia, una o dos semanas antes, el niño ha tenido una infección de garganta, gastrointestinal o un traumatismo no directo en la zona. Siempre que el niño cojee o se queje de dolor en la ingle de forma persistente, es conveniente consultar al pediatra.
Suele ser suficiente con la historia clinica. El pediatra preguntará cómo ha comenzado el dolor, si existe fiebre, si ha tenido alguna infección previa. En la exploración, al movilizar la extremidad, se buscará si hay disminución del arco de movimiento al abrir las piernas o al rotar la cadera.
En algunas situaciones dudosas se realizará alguna prueba complementaria (radiografía, ecografía, análisis de sangre) o una consulta con el traumatólogo.
Las sinovitis de repetición se ven con relativa frecuencia, sin que tengan consecuencias para la articulación. En estas situaciones es importante descartar otras enfermedades reumatológicas o la enfermedad de Perthes.
La inflamación de la articulación causada por una bacteria que llega desde la sangre es una infección grave que pone en riesgo la integridad de la cadera. Los síntomas son más intensos que en la sinovitis, con fiebre mayor de 38,5 ºC, rechazo a caminar y afectación del estado general. En estos casos, el análisis de sangre y la punción de la cadera ayudan a diferenciar las dos entidades.
Lo fundamental es el reposo relativo y administrar antiinflamatorios como el ibuprofeno durante 2-7 días, en función de la intensidad de los síntomas.
En los niños pequeños, mantener el reposo de manera constante durante unos días no resulta fácil. Con intentar que caminen lo menos posible suele ser suficiente.
Ocasionalmente el dolor es tan intenso que puede ser necesario el ingreso hospitalario para administrar analgésicos y colocar una tracción blanda en la extremidad afectada.