Tecnópolis, Ayer y Hoy…

Este 14 de julio se cumplen 9 años desde que la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner anunciará la inauguracion de esta megamuestra ubicada en el límite entre la Ciudad y la Provincia de Buenos Aires.

Un lugar donde puede verse la vida en 3D, jugar al metegol con robots, saber cómo se detectan en nuestro país los rayos cósmicos, sentir los 7 grados bajo cero de la Antártida mientras se observa un bloque de hielo gigante traído del continente blanco, o revivir el momento exacto en el que ocurrió el Big Bang, ingresando en el simulador del Gran Colisionador de Hadrones para sentir en el cuerpo el choque de partículas.

Una verdadera ciudad científica de 50 hectáreas de superficie levantada al borde de la avenida General Paz, entre Constituyentes y Balbín, en Villa Martelli.

El colorido en las escenografías y la iluminación especial, la gran cantidad de stands, las 12.000 personas que la montaron, los 160 guías permanentes que ayudaron a recorrerla y los 450.000 metros cúbicos de tierra que fueron removidos en el predio donde funcionó el Batallón 601 durante la última dictadura militar, son algunos de los números de exposición que buscó tener una continuidad y ser de carácter permanente.

Más de 8 kilómetros de fibra óptica pasan por abajo y gracias a las empresas privadas que la pusieron, permite interconectar a todo el Parque; más de 59 kilómetros subterráneos de cable.

Hoy el imponente lugar está dedicado primordialmente a contener los efectos de la pandemia de la Covid-19 que aquejan al mundo entero.

El dispositivo está pensado para dar alojamiento y contención integral a pacientes que sean derivados de hospitales de la provincia de Buenos Aires, con síntomas leves y sin patologías previas, es decir, sin pertenecer a un grupo de riesgo.

El predio está dividido en cinco naves, identificados con diferentes colores para facilitar el recorrido de quienes no estén familiarizados con el lugar.

Hay tres destinadas a hombres, otras dos a mujeres y hay también un espacio para géneros no binarios.

Las habitaciones tienen entre dos y cuatro camas, pero se les puede quitar un tabique para que, en caso de ser necesario, una familia pueda compartir el mismo lugar.

Aunque ahora se haya transformado en un dispositivo sanitario, el lugar mantiene el espíritu de Tecnópolis.

Los pasillos de circulación tienen nombres de artistas y figuras de la cultura popular (Gilda, Eva Perón, Lohana Berkins, Fangio, Spinetta).

Cuenta con 350 camas operativas y la posibilidad de llegar a las 2.000 según las necesidades que requiera el control de la pandemia.

Hay un gran hall central y un comedor que puede albergar a 350 comensales.

Si un paciente requiere de una atención especial en el aspecto psíquico, hay psicólogos que podrán atender la situación.

En caso de agravarse la situación de salud de un paciente, el Parque cuenta además con ambulancias las 24 horas del día para un eventual traslado.