Triunfo de la Revolución Sandinista en Nicaragua.
En la historia contemporánea de América Latina, existen movimientos revolucionarios que han sido catalizadores de cambios profundos, redefiniendo no solo el curso político y social de las naciones involucradas, sino también la identidad y la autoafirmación de sus pueblos.
Entre estos movimientos emblemáticos destaca la Revolución Popular Sandinista, que el 19 de julio de 1979 no solo logró derrocar una dictadura criminal, sino que también se erigió como un verdadero símbolo de independencia para Nicaragua. Este evento histórico estableció un nuevo paradigma social y político, transformando radicalmente la estructura social del país y sus aspiraciones colectivas.
El sandinismo implementó políticas sociales que beneficiaron a toda la población, especialmente en áreas críticas como la educación y la salud, asegurando un acceso equitativo a estos servicios esenciales. Se buscaba mejorar las condiciones de vida de la población y empoderar a cada individuo para contribuir activamente al desarrollo y al bienestar colectivo del país. Estas medidas tenían como objetivo no solo corregir las profundas desigualdades económicas de la época, sino también fortalecer la unidad entre los nicaragüenses.
Durante este período de transformación social, en la primera fase de la revolución, no solo se redefinió el Estado, sino que también se sentaron las bases de uno nuevo, caracterizado por su compromiso con la justicia social, la equidad y la participación ciudadana en la construcción de un futuro más justo y próspero.
La Revolución Popular Sandinista puede considerarse una auténtica independencia para Nicaragua, no solo por su lucha contra el somocismo y la injerencia, sino también por su búsqueda de una emancipación integral que abarcó los ámbitos político, económico y cultural. A diferencia de las oligarquías liberal-conservadoras, que en diferentes momentos realizaron cambios superficiales para posicionar sus propios intereses, la Revolución Popular Sandinista promovió transformaciones profundas y auténticas en la estructura del país.
El Sandinismo, también conocido como Revolución Sandinista, fue un movimiento político y social que tuvo lugar en Nicaragua entre 1979 y 1990.
Liderado por el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), este movimiento buscó transformar la estructura política, económica y social del país. Durante este período, se implementaron políticas de corte socialista y se llevaron a cabo una serie de reformas que tuvieron un impacto significativo en la vida de los nicaragüenses.
Este período también estuvo marcado por la confrontación con grupos armados de oposición y la intervención de potencias extranjeras, lo que llevó a una guerra civil y a una situación de crisis política y económica en el país.
La Revolución llevaba el estandarte del Frente Sandinista de Liberación Nacional, (FSLN), fundado en 1961, por los comandantes Carlos Fonseca Amador, Tomás Borge Martínez, Silvio Mayorga, Germán Pomares Ordoñez, Rigoberto Cruz, Jorge Navarro y Francisco Buitrago.
Con la toma del poder el 19 de julio de 1979, los sandinistas establecieron la Junta de Gobierno de Reconstrucción Nacional.
Estaba integrada por cinco miembros: el coordinador de la misma, que hacía las veces de presidente, fue Daniel Ortega (FSLN), al que acompañaban Sergio Ramirez y Moisés Hassan, ambos también sandinistas, el empresario Alfonso Robelo y Violeta Chamorro, viuda de Pedro Joaquín Chamorro (que sería la sucesora de Ortega al final del proceso revolucionario en 1990) como independientes.
El control del Directorio Nacional del FSLN (que constaba de 9 comandantes del FSLN: Tomás Borge, Daniel Ortega, Víctor Tirado, Humberto Ortega, Henry Ruiz, Jaime Wheelock, Bayardo Arce, Luis Carrión y Carlos Núñez) sobre la Junta de Gobierno hizo que los miembros independientes abandonaran la misma un año después, siendo sustituidos por otros dos miembros no sandinistas, Arturo Cruz y Rafael Córdova Rivas.
Cuando los Sandinistas entraron en Managua en 1979 se encontraron con un país que tenía enormes problemas.
La guerra contra Somoza había producido más de 50.000 muertos, había centenares de miles de familias que carecían de hogar o que estaban refugiados en países vecinos y muchas áreas del país tenían sus escasas infraestructuras en ruinas.
Había una deuda exterior de 1.600 millones de dólares (año 1979).
Muchos profesionales cualificados y expertos hombres de negocios huyeron del país, se produjo una escasez de alimentos y combustible y se encontraron con altas tasas de analfabetismo, pobreza extrema y una muy deficiente salud pública.
Principales logros del sandinismo:
- Implementación de programas de alfabetización masiva, logrando reducir el analfabetismo en el país.
- Creación de un sistema de salud público y gratuito, brindando atención médica a todas las personas sin importar su condición social.
- Impulso de la reforma agraria, garantizando la distribución justa de la tierra entre los campesinos y promoviendo la agricultura sostenible.
- Desarrollo de programas de vivienda popular, construyendo casas dignas para las familias de bajos recursos.
- Una de las principales iniciativas del gobierno sandinista fue la nacionalización de la industria. Se expropiaron empresas y propiedades pertenecientes a grandes corporaciones extranjeras, y se crearon empresas estatales para controlar la producción y distribución de bienes y servicios.