Victoria Villarruel Debió Desempatar y el Oficialismo Logró Aprobar la Acotada Ley Bases
La Ley Bases fue aprobada en el Senado tras igualar la votación 36 a 36 y el posterior desempate de Victoria Villarruel, con discurso desubicado incluído.
El oficialismo celebró a través de las redes sociales la aprobación en el Senado de la Nación del proyecto de ley Bases y el paquete fiscal tras una maratónica sesión que se inició el miércoles 12 y finalizó cerca de las 7 de la mañana del jueves. En tanto, la oposición reforzó sus críticas a ambas iniciativas y apuntó contra los senadores que votaron a favor.
Tras este acontecimiento, desde la cuenta de X de la Oficina del Presidente celebraron el resultado con un violento comunicado.
«La Oficina del Presidente celebra la histórica aprobación en general de la Ley Bases y Puntos para la Libertad de los Argentinos en el Honorable Senado de la Nación», comenzó diciendo el comunicado. Posteriormente, el Gobierno se refirió a quienes se acercaron a manifestarse en el Congreso como «grupos terroristas» a los que debieron reprimir «en defensa de la democracia» al evitar un intento de golpe de estado.
Las «sospechosas» imagenes incluyeron los habituales encapuchados que en un horario determinado aparecen y provocan desmanes (quema de auto incluído) a pocos metros de los cientos de policías que custodiaban el Congreso.
El resultado fue 36 a 36, aunque a primera vista había dado 37 a 35. Resultó que se había equivocado al votar la senadora Natalia Gadano, que corrigió el voto a viva voz y se determinó el empate. Obviamente la santacruceña votó en contra.
A favor votaron los senadores de La Libertad Avanza Bartolomé Abdala, Ivanna Arrascaeta, Ezequiel Atauche, Vilma Bedia, Bruno Olivera Lucero, Juan Carlos Pagotto y Francisco Paoltroni. También los del Pro Carmen Alvarez Rivero, Alfredo De Angeli, Martín Göerling, María Victoria Huala, Luis Juez y Guadalupe Tagliaferri; los de Cambio Federal Andrea Cristina, Juan Carlos Romero y Edith Terenzi, más los radicales Maximiliano Abad, Pablo Daniel Blanco, Flavio Fama, Eduardo Galaretto, Mariana Juri, Daniel Kroneberger, Carolina Losada, Stella Maris Olalla, Rodolfo Suárez, Mercedes Valenzuela, Eduardo Vischi y Víctor Zimmermann. También votaron afirmativamente Beatriz Avila, Lucila Crexell, Mónica Silva; Carlos Espínola, Edgardo Kueider y Alejandra Vigo (Unidad Federal), y los misioneros Carlos Arce y Sonia Rojas Decut.
Votaron en contra Guillermo Andrada, Daniel Bensusán, Lucía Corpacci, María Teresa González, Claudia Ledesma Abdala, Marcelo Lewandowski, Carlos Linares, Florencia López, Juan Manzur, José Mayans, Sandra Mendoza, Gerardo Montenegro, José Neder, Jesús Rejal, Antonio Rodas, Fernando Salino y Sergio Uñac, del Frente Nacional y Popular; Eduardo Wado De Pedro, Juliana di Tullio, Martín Doñate, María Eugenia Duré, Anabel Fernández Sagasti, Silvina García Larraburu, Nora del Valle Giménez, María Celeste Giménez Navarro, Alicia Kirchner, Sergio Leavy, Cándida López, Carolina Moisés, Oscar Parrilli, Maria Inés Pilatti Vergara, Mariano Recalde y Silvia Sapag.
Los senadores «peronistas» Edgardo Kueider y Carlos Mauricio Espínola votaron a favor del proyecto oficialista pese a no pertenecer al espacio oficialista de sus provincias (Entre Ríos y Corrientes). Los mismos fueron repudiados y tildados de «traidores» por sus compañeros de Unión por la Patria y/0 Frente de Todos.
Tras la aprobación en general, el Senado llevó a cabo la votación en particular de la ley de Bases. A propuesta del senador Juan Carlos Romero, la misma se realizó por títulos para agilizar el trámite.
Para alcanzar el objetivo, los negociadores del oficialismo debieron hacer numerosas concesiones, como la eliminación de Aerolíneas Argentinas, el Correo y los medios públicos de Radio y Televisión Argentina (RTA) del artículo que habilitaba al Gobierno a poner a la venta o concesionar un total de siete empresas públicas.
El RIGI, en tanto, se aprobó con 38 votos positivos y 32 en contra.
La sorpresa fueron tres votos a favor de Unión por la Patria: Guillermo Andrada (Catamarca), Sandra Mendoza (Tucumán) y Carolina Moisés (Jujuy). Andrada responde al gobernador Raúl Jalil, mientras que Mendoza comparte banca con el exmandatario Juan Manzur, que votó en contra. Moisés es opositora al gobernador jujeño, el radical Carlos Sadir. Entre los rechazos sobresalió el del entrerriano Edgardo Kueider, que había acompañado la ley en general.
La gestión de Javier Milei logró evitar la crisis política que se hubiese desatado si el Senado rechazaba la Ley Bases pero las tensiones en el plan económico siguen presentes, en especial las dificultades que enfrenta el BCRA para acumular reservas, con un tipo de cambio que no le cierra a los sojeros y ya sin la posibilidad de seguir postergando pagos de importaciones.
La sensación predominante es que el marco de política económica de los seis primeros meses que les permitió llegar a este momento se agotó y empiezan a surgir los desequilibrios acumulados: como el atraso cambiario y la postergación de aumentos de precios regulados que se utilizó para morigerar el impacto inflacionario.
También quedó en una situación delicada la “bandera” del Gobierno del equilibrio fiscal, con el rechazo del Senado a los cambios en Bienes Personales y Ganancias que deberán volver a Diputados para obtener la sanción definitiva y donde se espera que la negociación incluya que no se derogue el incremento jubilatorio que aprobó la cámara y que todavía tiene que pasar por el Senado.
La Ley vuelve a la Cámara de Diputados:
El texto que había sido aprobado por la Cámara de Diputados a fines de abril sufrió modificaciones en 3 instancias durante su trámite por el Senado: en el debate de comisiones, durante la sesión del 12 de junio en la que se trató el proyecto en el recinto y en la votación en particular.
Es por eso que el proyecto debe volver a la cámara de origen, en este caso, la Cámara de Diputados.
Esto abre 3 escenarios posibles:
1- La Cámara de Diputados aprueba los cambios y queda sancionado el texto aprobado esta semana por el Senado. Se envía al Poder Ejecutivo para su posterior promulgación.
2- La Cámara de Diputados rechaza las modificaciones introducidas por el Senado e insiste con la redacción aprobada inicialmente a fines de abril. Para eso, necesita el voto de la mayoría absoluta de los diputados presentes. Ese redacción original se envía al Ejecutivo para su promulgación.
3- La Cámara de Diputados aprueba algunas modificaciones del Senado y desecha otras y se envía la versión final al Ejecutivo para su promulgación.
Esto último conlleva algunas aclaraciones. Cuando se vota en particular en la cámara revisora (en este caso, el Senado), se debe tomar nota de las mayorías alcanzadas para la aprobación de cada modificación; es decir, si fue por mayoría simple o por mayoría de 2 tercios.
Si la Cámara de Diputados quiere revertir una modificación introducida por el Senado, debe alcanzar una mayoría igual o superior a la que logró el Senado para realizar esa modificación. Es decir, si el Senado aprobó los cambios por mayoría absoluta, a la Cámara baja le alcanza con esa mayoría para revertir el cambio. Pero si los senadores modificaron un artículo con el voto de las 2 terceras partes del cuerpo, la Cámara de Diputados necesitará alcanzar esa misma mayoría para revertirlo.
Por otro lado, cuando recibe el proyecto modificado, la Cámara de Diputados puede aceptar o rechazar cambios. Lo que no puede es incorporar nuevas modificaciones.