Volvió a brillar una flor símbolo de Buenos Aires
La Floralis Genérica volvió a tener vida, seis años sin tener movimiento alguno, ayer tuvo de nuevo su esplendor, con un show visual, con proyecciones y sobre una cortina de agua. Hubo también un recital de Juan Carlos Baglietto y Lito Vitale, en la Plaza de las Naciones Unidas. Ahora, la enorme flor se abrirá sola con cada amanecer y se volverá a cerrar con la caída del sol.En el año 2009 se rompió su sistema hidráulico de la flor y sus pétalos quedaron abiertos y expuestos a las inclemencias del tiempo.
El Ministerio de Ambiente y Espacio Público porteño se encargo de recuperarla y buscó aportes privados. La empresa OCA se comprometió a apadrinar la plaza de las Naciones Unidas por tres años y se hizo cargo del arreglo de la escultura, que costó $ 4 millones. Reforzaron los cuatro pétalos más expuestos con estructuras de aluminio y recuperaron la sala de máquinas.Philips instaló luces en los extremos inferiores de cada pétalo y en el centro de la escultura.
Ayer luego del recital de Baglietto- Vitale la flor se volvió a cerrar. A partir de ahora, unos sensores detectarán las primeras horas de luz de cada día y la flor se abrirá automáticamente. De noche, al igual que ocurre con la iluminación pública, los mismos sensores detectarán la oscuridad y cerrarán la escultura.
La Floralis Genérica está hecha en acero inoxidable y tiene un armazón de aluminio y hormigón. Mide 22 metros de alto, pesa 18 toneladas y abierta alcanza los 32 metros de diámetro. Fue diseñada por el arquitecto argentino Eduardo Catalano. Este artista quiso representar a todas las flores. Bienvenida su restauración.