60 Años de la Muñeca «Barbie»

Su precio inicial fue de tres dólares. El éxito fue fulminante: batió un récord de ventas. Las niñas veían en Barbie la imagen perfecta de lo que querían ser ellas mismas: un cuerpo estilizado, pelo rubio y largo, ropa cara.

Las feministas y organizaciones de liberación de la mujer vieron en este juguete un mal ejemplo para las niñas y lo criticaron. Pero el éxito de Barbie siguió.

En los principios de su creación, la imagen de Barbie tenía que estar relacionada a ser una joven modelo, soltera, femenina y decidida a no arruinar su vida casándose y teniendo hijos.

Quiso romper con los modelos de roles maternos acentuando un nuevo paradigma femenino: ser esbelta, rubia y alegre. Esa era la forma de conquistar una (falsa) libertad en la mujer, generando un estereotipo social de mujer donde la belleza lo es todo.

A lo largo de los años, producto de varios cuestionamientos, Mattel decidió no hacer solamente Barbie´s rubias, sino que también incorporó modelos de distintas etnias.

En la década del noventa incluso Barbie de divorció de Ken y tuvo un novio más joven, sin contar el sinfín de profesiones y hobbies que le adjudicaron para así crear un sinfín de accesorios.

Si la muñeca fuese una mujer de carne y hueso, mediría 1,70 metros de estatura, pesaría unos 43 kilos, tendría 99 centímetros de busto, 55 de cintura y 83 de cadera.

La creación de esta muñeca, no muestra otra cosa que una figura femenina a la que solo le importa estar a la moda, tener un cuerpo de modelo, estar pendiente de qué ropa usar y cuál no, vestir autos lujosos, y estar acompañada de un bonito hombre modelo a la altura de ella.

Esa figura de Barbie se fue modificando a lo largo de los años, en pos de cómo se fue desarrollando el capitalismo, los movimientos feministas, y en ese sentido el rol de la mujer en la sociedad.