Wanda Taddei, 10 Años Después.

El miércoles 10 de febrero de 2010 Wanda Taddei, de 29 años, entró al hospital Santojanni agonizando con el 60 por ciento del cuerpo quemado.

Su esposo, el músico de Callejeros, Eduardo Vázquez, la había rociado con alcohol y prendido fuego con un encendedor.

Murió el 21 de febrero a causa de las infecciones que le produjeron las heridas y los daños irreversibles en sus vías respiratorias.

El femicidio de Wanda marcó, en palabras de su padre, «un antes y un después» en el tratamiento de la problemática dentro y fuera de la Justicia.

En 2012 Vázquez fue condenado a 18 años de prisión (no fue perpetua) por el Tribunal Oral en lo Criminal Nº 20 de la Ciudad,  porque los jueces consideraron que existía un atenuante por «emoción violenta» relacionado al trauma que le había dejado el incendio de Cromañón.

Un año más tarde la Cámara Federal de Casación Penal descartó el atenuante, demostró la intencionalidad y condenó al músico a perpetua. Fue un punto de inflexión.

Jorge Taddei y Beatriz Regal, los padres de Wanda Taddei desde ese momento, además de buscar justicia para su hija, comenzaron un derrotero de charlas y exposiciones que los llevó por todo el país.

La muerte de Wanda los transformó en activistas contra la violencia de género. Fueron a donde los invitaron, dieron charlas en colegios, iglesias y universidades, organizaron reuniones, recibieron distinciones y tratan a diario con víctimas que los contactan para pedirles ayuda. Esa fue su forma de aprender, ayudar a otros y pasar su duelo.

Beatriz y Jorge perdieron una hija; Nadia y Rubén, una hermana; los hijos de ambos, una tía y Facundo y Juan Manuel perdieron a su mamá (no eran hijos de Vázquez) cuando tenían 8 y 5 años respectivamente.

La provincia de Mendoza aprobó una ley que establece que en cada espacio público deberá instalarse un banco pintado de rojo, en homenaje a las mujeres asesinadas «por quienes decían amarlas». El origen de la iniciativa se dio en la ciudad de Lomello, Pavia Italia (La Panchina Rossa).

En la Argentina, el primer banco rojo se colocó en el Hospital Álvarez, en el barrio de Flores. La propuesta llegó de la mano de la especialista Elisa Mottini, acompañada por Beatriz Regal, la mamá de Wanda, como un mudo recordatorio de las mujeres y las pibas que ya no están. Se estima que en nuestro país muere una mujer víctima de femicidio cada 30 horas.

El mensaje que llevan estos padres es preventivo y lleno de amor: que no haya más femicidios, que lo que le pasó a su hija no ocurra más, que las chicas y los chicos puedan construir relaciones no violentas.