75 Años del Día de la Lealtad Peronista.
El 17 de octubre de 1945 fue el nacimiento del movimiento Peronista. Ese día, miles de obreros de todo el país se movilizaron a la Plaza de Mayo para recibir y apoyar a Juan Domingo Perón, quien había sido detenido por sus opositores militares en la Isla Martín García.
Desde entonces cada 17 de octubre se conmemora el día de la “Lealtad Peronista”.
El primer nombre del movimiento fue “Partido Laborista”. Con esa denominación Perón se postuló como candidato Presidencial en 1946.
Una vez ganadas las elecciones, en 1947 el partido pasó a denominarse “Partido Peronista”. El nombre se mantuvo hasta el año 1971 cuando la ley 19.102 prohibió que los partidos políticos contuvieran en su denominación designaciones personales o sus derivados. Desde entonces el movimiento está representado en el “Partido Justicialista”
Se tendió al desarrollo de un mercado interno que beneficiara a los trabajadores asalariados y, paralelamente, a los empresarios cuyos capitales eran nacionales, sin dejar de promover inversiones extranjeras en áreas seleccionadas por el gobierno.
El activo papel del Estado en la orientación de la actividad económica mediante la planificación , significó el desarrollo de nuevas actividades tales como el control sobre el sistema bancario y la administración del comercio internacional, la nacionalización de las grandes empresas de servicios públicos y la difusión masiva de estos objetivos con el fin de construir una voluntad popular que permitiera lograr la autonomía Argentina como Nación.
La Declaración de Independencia Económica en la Casa de Tucumán el 9 de julio de 1947 significó una reivindicación de este proyecto de crecimiento. Asimismo, el carácter revolucionario de esa política se pretendió institucionalizar cuando se incorporaron estos principios en el artículo 40 de la Constitución de 1949.
El modelo de crecimiento del Peronismo generó una distribución del ingreso distinta de la vigente hasta ese momento en la Argentina. Su objetivo principal fue otorgar una parte mayoritaria del ingreso al sector asalariado, industriales y no industriales para convertirlos en agentes de desarrollo del mercado interno. Esto significó aumentarles la cantidad de bienes y servicios recibidos mediante el incremento del salario real.
A partir de las acciones llevadas a cabo el Peronismo se convirtió en la fuerza política que llevó a niveles nunca vistos la participación del sector trabajador en al distribución del ingreso generado por el país, superando el 60% del mismo (el porcentaje incluye cargas previsionales correspondientes al aporte patronal)
El Estado acentuó su estrategia redistributiva a través de la asignación creciente de recursos a la educación, la salud, la vivienda y la ayuda directa, que significó un incremento indirecto del salario. Lo realizó desde la inédita actividad llevad a cabo por la Fundación de Ayuda Social Eva Perón.
Pero esta política a beneficio de los sectores tradicionalmente más postergados de la sociedad no alcanzó a agotar sus iniciativas como agente integrador de los trabajadores al sistema político. Su actividad se profundizó al establecerles derechos para alcanzar la plena dignidad y brindarles las garantías que les permitieran acceder a su defensa, ya que además de la justicia social y los instrumentos legales para garantizarla, el objetivo era lograr la realización personal de los distintos niveles a través del conocimiento, el deporte y el mejor goce del tiempo libre.
Desde su conformación, el Peronismo definió su vocación democrática tanto al defender la transparencia del sufragio, como al ampliar el sistema político en lo electoral hasta convertirlo en un régimen de “Participación total”. Incorporó además, en forma complementaria, una representación de las organizaciones económico-sociales y una movilización política permanente. Esto último constituyó una expresión democrática directa que buscaba el respaldo popular a la obra realizada por el gobierno.
Las elecciones sin fraude, el aumento de los derechos políticos incorporando a la ciudadanía plena a varios sectores, entre los que el más relevante fue el de las mujeres, la búsqueda de una “comunidad organizada” con los distintos integrantes de la sociedad autónomamente representados y la ocupación de plazas y calles para demostrar su vocación popular, fueron factores que necesariamente lo llevaron a proyectarse en el plano internacional de manera distinta y diferenciada.
Esta forma de hacer política definió al gobierno peronista y, por eso, lo proyectó como una política exterior que mantuvo parte de la tradición diplomática argentina pero con innovaciones específicas propias de la nueva base social de sustentación, los trabajadores, y de la nueva orientación establecida al Estado, que acentuó el respeto a la autodeterminación de los pueblos.
Derechos y dignidad son dos elementos que definirán una particular relación entre la figura de Perón y la base social del peronismo, los trabajadores.
Esto se reflejó desde la retórica precisa y definitoria del “compañeros” y “descamisados” de los discursos de los principales protagonistas del período, hasta por la igualación de pautas de consumo con los sectores medios de la sociedad.
Además esto último también se manifestó en la competencia en el uso de espacios de ocio y recreación. En el mismo sentido la fijación de derechos, que siempre constituye una garantía explícita para quien no los tenía y por tanto tenía menos poder, se convierte en una herramienta para la defensa y consolidación de la justicia social. Ello significó el desarrollo de una cultura, una organización y una serie de instrumentos que generaron una autonomía y diferenciación de los trabajadores, al mismo tiempo que una integración con el resto de los sectores sociales.
Si bien hay distintas actividades planteadas para la fecha, el acto oficial será de manera virtual y se podrá acceder a través de la página 75octubres.ar.
El ingreso estará habilitado después de las 13 de este sábado 17 de octubre y allí, las y los usuarios, podrán participar al clickear el botón entrar.