Vitamina K
Todos los bebés, independientemente de su sexo, raza u origen étnico, están en mayor riesgo de tener un sangrado por deficiencia de vitamina K hasta que empiecen a comer alimentos sólidos, por lo general entre los 4 y 6 meses de edad, y hasta que las bacterias intestinales normales comiencen a producir vitamina K. Esto se debe a lo siguiente:
- Al nacer, los bebés tienen muy poca vitamina K almacenada en el cuerpo porque a través de la placenta de la madre solo pasan pequeñas cantidades.
- Las bacterias buenas que producen vitamina K todavía no están presentes en los intestinos del bebé.
- La leche materna contiene pequeñas cantidades de vitamina K; por ese motivo, los bebés que solo son amamantados no reciben una cantidad suficiente de esa vitamina.
Algunas cosas pueden poner a los bebés en mayor riesgo de presentar un sangrado por deficiencia de vitamina K.
Los bebés que tienen un mayor riesgo son los siguientes:
- Bebés que no recibieron una inyección de vitamina K al nacer. El riesgo es incluso mayor si son amamantados únicamente.
- Los bebés de madres que han usado ciertos medicamentos, como isoniacida o medicinas para tratar convulsiones. Estos fármacos interfieren en la forma que el cuerpo usa la vitamina K.
- Los bebés que tienen una enfermedad del hígado; con frecuencia, no pueden usar la vitamina K que su cuerpo almacena.
- Los bebés con diarrea, enfermedad celíaca o fibrosis quística frecuentemente tienen dificultad para absorber vitaminas, como la vitamina K, de los alimentos que consume.
Como el sangrado por deficiencia de vitamina K puede afectar a los bebés hasta los 6 meses de edad, los proveedores de atención médica lo dividen en tres tipos: temprano, clásico y tardío.
El cuadro a continuación ayuda a explicar estos tres tipos diferentes.
- Los sangrados por deficiencia de vitamina K temprano y clásico son más comunes y ocurren en 1 de cada 60 a 1 de cada 250 recién nacidos, aunque el riesgo es mucho más alto en el caso del sangrado por deficiencia de vitamina K temprano entre los bebés cuyas madres usaron ciertos medicamentos durante el embarazo.
- El sangrado por deficiencia de vitamina K tardío es más raro y ocurre en 1 de cada 14 000 a 1 de cada 25 000 bebés.
- Los bebés que no reciben una inyección de vitamina K al nacer tienen una probabilidad 81 veces mayor de presentar sangrado por deficiencia de vitamina K tardío que aquellos que sí la reciben al nacer.