Este sábdo se realizará la Marcha de la Mujeres Originarias por el Buen Vivir
La Marcha de la Mujeres Originarias por el Buen Vivir, inédita experiencia que impulsa propuestas legislativas inclusivas, comienza a transitar el sábado desde la Ciudad de Buenos Aires.
Es un proyecto que consta de 5 etapas, el primero «el llamamiento» que es un proceso de consulta que se realiza con las mujeres de las 36 naciones originarias a lo largo y ancho del territorio argentino, para ir generando las bases con las que se elaborará la Ley de Mujeres de Pueblos Originarios por el Buen Vivir. Con esta Ley se plantearán propuestas concretas frente a los confliictos que afectan directamente a las naciones originarias, y a todos los habitantes, producto del deshumanizado sistema social y económico.
La misma será presentada al Congreso de la Nación Argentina con el aval de más de un millón de firmas, y será acompañada con una gran e histórica marcha de un millón de mujeres por el Buen Vivir.
Luego siguen las etapas de redacción de la ley y recolección de un millón de firmas para respaldar este proyecto. También se prevee una multitudinaria marcha y la instalación de mesas de trabajo en todo el país para debatir la reglamentación de esta ley.
“Esta es una marcha de propuestas, no de protesta”, resaltó la referente de la comunidad Pillan Mahuiza (Montaña Sagrada en español), en un parate de su recorrido por despachos legislativos para conseguir apoyo a las iniciativas que llenan de contenido la movilización de mujeres.
El próximo sábado, a partir de las 18, en una concentración frente al monumento de Julio Argentino Roca emplazado en la Diagonal Sur porteña, mujeres de los 36 pueblos originariosemplazados en territorio argentino contarán su propuesta para su buen vivir “y de la sociedad toda”, aclaró la activista.
El jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Mauricio Macri “nos quiere cobrar 2.500 pesos por uso del espacio público, más un plus para cuidar el monumento del genocida Roca. Nosotras estamos generando esta movilización haciendo dedo en las rutas, pagando de nuestro bolsillos y con ayuda de la gente, hasta el celular”, contó.