Los 5 Sabores.
Los cinco tipos de sabores, los percibimos a través de la lengua: dulce, salado, amargo, ácido y picante.
Es interesante saber que cada uno nutre, tonifica y regenera órganos de nuestro cuerpo, con diferentes efectos y energía.
El SABOR DULCE es aceptado de manera global como uno de los sabores más placenteros. Se detecta principalmente en las papilas gustativas de la punta de la lengua. Los alimentos que poseen un alto contenido de carbohidratos son percibidos dulces y los saborizantes artificiales que proporcionan el sabor dulce se denominan edulcorantes.
El sabor dulce de las zanahorias, zapallos, choclo; frutas en general, cereales integrales como el mijo. Tonifican y fortalecen el estómago, el bazo y el páncreas.
El SABOR SALADO responde a la capacidad específica de las papilas gustativas ubicadas a ambos lados de la parte delantera de la lengua. La detección se hace mediante canales iónicos capaces de detectar los iones solubles de sodio, potasio y otros metales alcalinos. La sal añadida a un alimento tiene efectos potenciadores del sabor, los cuales contribuyen al gusto delicioso de los alimentos, aumentando el sabor de otras sustancias. ¿Probaste un guacamole sin sal?…
El sabor salado que contiene sal marina, salsa de soja, algas; consumidas con moderación; tonifican y fortalecen los riñones y la vejiga.
El SABOR AMARGO es interpretado como desagradable en muchas culturas debido a que la mayoría de los venenos son amargos en su sabor. Se detecta mediante las papilas gustativas ubicadas en la parte posterior de la lengua.
El sabor amargo que se encuentra en verduras como la radicheta, diente de león, escarola, repollo, perejil. Las semillas de sésamo, equilibran el corazón y los intestinos.
El SABOR ÁCIDO a menudo se identifica también con el sabor agrio, es detectado por las papilas gustativas de la lengua ubicadas a ambos lados de la parte posterior de la misma. Los sensores de las papilas gustativas detectan mediante canales iónicos los iones hidronio que se forman al haber ácidos en presencia de agua. Ejemplos de dicho sabor son: ácido tartárico (uvas), ácido cítrico (naranja, limón), ácido málico (manzana), ácido láctico (leche).
El sabor ácido de los cítricos; equilibran el hígado y la vesícula biliar.
El SABOR PICANTE es conocido por el picor o pungencia que se produce por una sensación de ardor, resultado de ingerir alimentos picantes como los pimientos picantes.
El sabor picante del jengibre, el ajo, cebolla, pimienta negra y el curry equilibran el pulmón y el intestino grueso.
El dulce se considera el sabor que más buscamos.
¿Y POR QUÉ NECESITAMOS MÁS DEL SABOR DULCE?
Porque el sabor dulce nos recuerda a la leche materna y a la recompensa por el buen comportamiento cuando éramos niños.
Lo cierto es que los dulces refinados producen ciertos altibajos y desequilibrios energéticos.
Aprendamos a darle a nuestro cuerpo lo necesario todos los días, tratando siempre que sean alimentos naturales.