Alimentos Antiestrés.

Publicado: 21 mar 2024
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La alimentación contribuye de manera determinante en las personas. Esto ocurre en distintas esferas, tanto a nivel físico, como emocional y mental.

Imagina los alimentos, sus nutrientes, como los ladrillos con los que construyes un edificio, tu hogar. Con cada bocado tienes la oportunidad de alimentar tus células, y si son alimentos pobres nutricionalmente las mantendrá desnutridas.

Este es un buen motivo para elegir con mimo los alimentos que componen nuestra dieta. Si miramos más allá de los beneficios físicos, nos encontramos con la alimentación como aliada de nuestro bienestar y felicidad. La felicidad y la cocina van de la mano.

Seguramente en algún momento de tu vida hayas vivido un pico o temporada de estrés.

El estrés es una respuesta general de nuestro organismo ante demandas internas o externas, que se perciben como peligrosas o amenazantes. Esto quiere decir que el estrés es una reacción natural y necesaria para la supervivencia, ya que nos prepara para responder a las exigencias del día a día.

Un alimento se puede llamar nutriafectivo cuando nos aporta los nutrientes necesarios para equilibrar la mente y el ánimo.

El problema ocurre cuando se produce un exceso de estrés, si este se sostiene en el tiempo, la persona se ve inmersa en múltiples situaciones que generan un desgaste (físico, emocional y psicológico) o cuando se interpreta que no se tienen los recursos para afrontarlas.

Entonces podemos entender que el estrés por sí mismo no es negativo, sino que lo es vivir estresados constantemente. Nuestro sentimiento de autoeficacia es fundamental, varias corrientes psicológicas defienden que el estrés se produce por la valoración subjetiva de que se carece de recursos para afrontar determinadas situaciones, o que ponen en peligro el bienestar.

Para muchas personas comer es una estrategia de afrontamiento del estrés. Buscar consolarse o evadirse de los problemas diarios con la comida no es malo. El problema comienza cuando la comida se convierta en el único camino y fuente de satisfacción.

Un alimento se puede llamar nutriafectivo cuando nos aporta los nutrientes necesarios para equilibrar la mente y el ánimo. ¿Cómo es posible?, la respuesta es el triptófano, un aminoácido esencial, esto quiere decir que nuestro cuerpo no lo produce por sí mismo. Lo consigue a través de la alimentación.

El triptófano es un precursor de la serotonina: estimula la secreción de esta hormona. Cuando incluimos en nuestros menús alimentos ricos en triptófano estamos elevando naturalmente los niveles de serotonina. La serotonina es un neurotransmisor, una sustancia química que permite la comunicación entre las neuronas. Quizás alguna vez hayas oído hablar de la serotonina como la hormona del placer y la felicidad. Su papel en la regulación del estado emocional es clave.

Nuestro cuerpo es entrenable para producir de manera natural serotonina a través de medios sencillos como la dieta equilibrada, ejercicio físico y una cantidad apropiada de sueño.

Los alimentos ricos en triptófano son grandes aliados frente al estrés, nos aportan estabilidad emocional más constante, a largo plazo. Realmente es fácil tenerlos en cuenta, pues son alimentos económicos, accesibles y básicos en un estilo de vida saludable.

 

 

Algunos alimentos vegetales ricos en triptófano:

  • Legumbres: la soja, las lentejas, las alubias.
  • Cereales integrales: el arroz, la avena.
  • Frutos secos: almendras, nueces.
  • Frutas: como banana, la piña, la naranja o el kiwi.

 

 

Curiosamente cuando tenemos un pico de estrés, mal humor o tristeza, solemos recurrir a alimentos ricos en azúcar.

También se recurre a los que son ricos en grasa, sal y que estimulan nuestro paladar. Estos alimentos, que parecen hacernos sentir mejor a corto plazo, no nos ayudan en ningún sentido, pues modifican nuestros umbrales con respecto al dulce y tras la euforia inicial llega el momento de bajón. Cuando desaparece la sensación momentánea de placer tras comer azúcar, grasa o sal, los problemas que nos generan estrés siguen ahí, y normalmente nos sentimos más culpables.

Los alimentos ricos en triptófano son grandes aliados frente al estrés, nos aportan estabilidad emocional más constante, a largo plazo. No todos los alimentos pueden darte el apoyo que necesitas. Llenar tu despensa de materia prima humilde, alimentos naturales tal y como nos los ofrece la Tierra se convierten en aliados contra el estrés. Son un bálsamo para nuestro cuerpo y mente.

Más allá de que un alimento sea saludable, o rico en triptófano, me gustaría que pienses en el concepto de crear una alimentación anti estrés. No te centres en puntos concretos, de manera aislada, sino en el global de tu alimentación.

Valora cómo es tu actitud en las comidas, que importancia le das al hecho de cocinar, si consideras que todo lo que rodea a tu alimentación es parte de tu autocuidado. La comida no es un mero trámite, puede convertirse en fuente de placer y disfrute en mayúsculas. El disfrute y el placer son necesarios en el día a día, especialmente si sientes que en tu vida hay exceso de estrés y ansiedad.

Cuando estamos en un bucle de estrés, la comida puede convertirse en ese espacio de pausa, de escucha de tus necesidades. Bajar las revoluciones y agradecer el plato que tienes ante ti. Comer de pie, frente a la computadora, con el celular en la mano, no masticar lo suficiente la comida… son gestos que nos alejan de una alimentación anti estrés. No sos lo que comés, también cómo lo comés.

Los alimentos nos ayudan y mucho a sentirnos más equilibrados y felices, pero es sólo uno de los pilares sobre los que se construye el bienestar.

Ser proactivo, tomar la iniciativa para introducir los cambios oportunos y hacerse responsable de tu alimentación es uno de los ingredientes de la felicidad. Al fin y al cabo, tu alimentación es un reflejo de vos mismo: comemos como vivimos, vivimos como comemos.