Construirán el Mirador del Obelisco.
Un ascensor panorámico vidriado que permitirá llegar hasta 62 metros de altura; esa es la obra que proyecta el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires para alcanzar la cima del monumento porteño más importante. Se constituiría, así, el Mirador Obelisco.
Las tareas comenzaron esta semana y el ascensor metálico, que fue previamente armado en fábrica, no afectará la estructura del monumento.
Preliminarmente se realizaron tareas que permitan las instalaciones eléctricas y se acondicionará el piso para la colocación de una escalera paralela a la estructura del ascensor.
El monumento además, tendrá un vallado de obra por fuera de la reja durante los seis meses que aproximadamente duren las obras.
El ingreso al Obelisco será desde la Plaza de la República y se podrá acceder al ascensor subiendo 8 escalones ubicados en la base del monumento. La instalación consiste en un ascensor panorámico con tres de sus caras vidriadas y una escalera metálica alrededor del mismo, para utilizarse solamente en caso de emergencia.
El ascensor recorrerá el interior del Obelisco -desde la base hasta el nivel 55, con un descanso previo a la cima- y tendrá una capacidad de hasta 4 visitantes.
Desde la cúspide nacerá una escalera caracol de 35 escalones. Este espacio cuenta con cuatro ventanas a través de las cuales se podrá disfrutar de las diferentes vistas panorámicas de la Ciudad de Buenos Aires.
La obra, que estará a cargo del Ministerio de Espacio Público e Higiene Urbana, demandará una inversión de $188 millones, y durará aproximadamente ocho meses.
Durante este tiempo, el Obelisco está rodeado por un vallado de obra, colocado por fuera de las rejas.
Al tratarse de un Monumento Histórico Nacional, las obras deben resguardar y preservar su estructura y su imagen exterior, y todo lo que se instale debe ser reversible. Según informaron desde el gobierno de la Ciudad, la Comisión Nacional de Monumentos aprobó la intervención.
El Ente de Turismo de la Ciudad (EnTUR) estará a cargo de la coordinación de la propuesta turística del lugar. Si bien hay detalles que aún no fueron confirmados, fuentes del gobierno afirmaron que posiblemente la entrada será paga y mediante reserva previa.
El Obelisco fue creado hace 88 años por el arquitecto Alberto Prebisch, con motivo de la celebración de los 400 años de la primera fundación de Buenos Aires.
Se construyó en tiempo récord, en solo 31 días, en el espacio generado por el ensanche de la avenida Corrientes y la creación de la Avenida 9 de Julio.
Se eligió este punto porque allí se encontraba originalmente la Parroquia de San Nicolás de Bari, de 1767, la primera parroquia de la ciudad de Buenos Aires, donde el 23 de agosto de 1812 se había izado por primera vez en la ciudad la bandera nacional. El templo había sido demolido en 1931 para ensanchar y extender la traza de la avenida Roque Sáenz Peña o Diagonal Norte.
Originalmente, el Obelisco, que se construyó cinco años después de esta demolición, estaba revestido con lajas de piedra blanca calcárea de Córdoba.
En 2011, fue incorporado al “Patrimonio Cultural de la Ciudad Autónoma”.
Desde el Gobierno porteño afirman que en la punta, que mide 40 cm, hay una caja de hierro negra empotrada a la estructura, que, se cree, guarda una foto del jefe de máquinas de la construcción y un documento destinado a quien demuela el monumento.
Hoy tiene una altura total de 67,5 metros y una base de 6,8 metros por lado, tiene una única puerta de entrada (mirando hacia la Avenida Corrientes en dirección oeste), detrás de la cual hay una escalera marinera de 206 escalones, con 7 descansos, que lleva a la cúspide.