Día del/la Oftalmólogo/a.

Publicado: 13 dic 2024
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Este 13 de diciembre se celebra el Día del Oftalmólogo en la Argentina, como sucede año a año desde 1952.

Coincide con la festividad de la virgen y mártir Santa Lucía, protectora de la vista.

Un oftalmólogo diagnostica y trata todas las enfermedades oculares, practica cirugías y prescribe y adapta anteojos y lentes de contacto para corregir problemas de visión.

Muchos oftalmólogos también participan en investigación científica de las causas y curas de enfermedades oculares y trastornos visuales.

Si bien no se sabe con certeza, se cree que los seres humanos somos capaces de ver hasta 10 kilómetros, por esto no es más que un mito forjado por el término frecuentemente empleado en meteorología de “visibilidad óptima”. Sin embargo, no hay un límite ya que desde lo alto de una montaña, podría verse hasta 100 kilómetros de distancia o más. Además, de noche algunos aseguran que, en una noche oscura y despejada es posible ver la llama de una vela hasta una distancia de 48 km.

El óptico y optometrista es quien se dedica al estudio y cuidado de nuestra salud visual. Entre sus competencias destaca el diagnóstico y medición de anomalías, la creación de gafas y lentillas, el estudio, diseño y la fabricación de piezas ópticas y prótesis audiológicas.

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Historia de Santa Lucía:

 

A Santa Lucía se le ha representado frecuentemente con dos ojos, porque según una antigua tradición, a la santa le habrían arrancado los ojos por proclamar firmemente su fe.

Nació y murió en Siracusa, ciudad de Italia, y gracias a sus múltiples virtudes entre las que se destaca la sencillez, la humildad y la honradez, el Papa San Gregorio en el siglo VI puso su nombre a dos conventos femeninos que él fundó.

Según la tradición, cuando la santa era muy niña hizo a Dios el voto de permanecer siempre pura y virgen, pero cuando llegó a la juventud quiso su madre (que era viuda), casarla con un joven pagano. Lucía finalmente obtuvo el permiso de no casarse, pero el joven pretendiente, rechazado, dispuso como venganza acusarla ante el gobernador de que la santa era cristiana, religión que estaba totalmente prohibida en esos tiempos de persecución.

Santa Lucía fue llamada a juicio; fue atormentada para obligarla a adorar a dioses paganos, pero ella se mantuvo firme en su fe, para luego ser decapitada.