Adiós Río 2016.

El Maracaná fue el escenario donde se puso fin a los primeros Juegos Olímpicos de Sudamérica y se pasó la posta a Tokio 2020.

La «peque» Pareto encabezó el desfile de la delegación Argentina en una fiesta que culminó con el tradicional carnaval carioca en una noche tormentosa sobre Río de Janeiro.

Ingresaron al estadio los atletas que portaban las banderas de las 207 delegaciones participantes; las representaciones de cada país desfilaron y formaron un anillo alrededor de los abanderados; en la columna argentina se destacó la figura del velista Santiago Lange, otro medallista dorado de Río 2016 junto con Cecilia Carranza Sarioli.

El show de luces, música y color, siguió a todo ritmo acompañado por un público entusiasta que desafió la tormenta y que produjo un pico de emoción cuando fuegos artificiales formaron la palabra Río 2016.

El himno nacional de Grecia y el olímpico fueron el prólogo de la entrega de la bandera de los Juegos a la próxima sede, Tokio 2020; se entonó el himno nacional de Japón y un ‘Gracias’ proyectado en múltiples idiomas que ocupó todo el paso del Maracaná.

Una lluvia artificial marcó el momento cumbre del apagado de la llama olímpica, instalada en una de las tribunas con un sol a sus espaldas.

Río 2016 será recordado por todos sus inconvenientes pero fue uno de los mejores de los últimos tiempos.