Alacranes en Escuela de la Ciudad de Buenos Aires.

Publicado: 09 mar 2023
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En la Escuela Normal Superior en Lenguas Vivas Sofía E. Broquen de Spangenberg de la Ciudad de Buenos Aires, conocida popularmente como el «Lengüitas» del barrio de Palermo, aparecieron alacranes.

La Asociación Cooperadora de esta institución encendió las alarmas y pidió a la rectora la “suspensión de actividades” y la “urgente fumigación» del edificio, circunstancia que “no es nueva y que se registró en años anteriores”.

Los alacranes viven generalmente escondidos «en desagües o alcantarillas» y señaló que «salen a la superficie en estas épocas de calor«, entre fines de octubre y el final del verano.

La especie del Lengüitas «es venenosa», y por ende, «peligrosa». Sin embargo, consignó que el peligro de una picadura «va a depender del estado de salud del peso corporal» de cada persona, y «Es peligrosa para niños que pesen menos de 30 kilos», señalan los especialistas. Sería más grave la aparición de los alacranes en una escuela primaria o un jardín de infantes, de todos modos se pueden tomar medidas.

«No es una especie agresiva» y que por eso no buscará picar a las personas si no se siente amenazado.

“El problema es, por ejemplo en una casa, si uno anda descalzo o en ojotas y que lo pise. En una escuela u otro lugar el peligro está en si alguien lo toca con la manose defiende con el aguijón«, precisan.

Aseguran que son «bastante malos trepando», por lo que no es común verlos en las paredes, pero sí en el suelo.

«No hay que guiarse del color del alacránsino en las formas de las pinzas y del aguijón«, señaló el especialista.

Aclaró que la especie venenosa cuenta con pinzas largas y finitas, mientras que el que no es venonoso tiene pinzas anchas, más redondas y cortas. Esta es una forma rápida y a primera vista de distinguirlos.

La otra diferencia, que es difícil de ver, es el aguijón, que el venenoso posee uno largo más otro más corto.

Además, el venenoso tiene una punta más cortita debajo del aguijón largo, que las especies menos peligrosos no lo tienen.

En caso de aparecer un alacrán, recomiendan «capturarlo y llevarlo al instituto Malbrán» para colaborar con la extracción del veneno y la producción del suero que se utiliza para sanar a las víctimas de la picadura.

Para esto no hay que tratar de agarrarlo con la mano, sino que desde el Ministerio de Salud se aconseja buscar un frasco, en lo posible de vidrio, para que luego los profesionales lo puedan observar. Para colocarlo en el frasco sin tocarlo, se deberá colocar el recipiente¡e boca abajo y pasar una hoja por debajo del frasco para después poder invertirlo.

El síntoma más destacado del envenenamiento es el dolor agudo, punzante y de alta intensidad que se produce en el lugar del aguijonazo, que puede extenderse hacia el tronco.

Advierten que se puede producir enrojecimiento y sensación de hormigueo y en ciertos casos, puede encontrarse “piel de gallina”. Por otro lado, en los menores es más frecuente la excitación y el temblor generalizado acompañado de llanto o gemidos constantes.

También pueden aparecer otros síntomas como una taquicardia, dificultad respiratoria, salivación, lagrimeo y temblores, entre otros. En casos graves pueden presentarse vómitos, diarrea y alteraciones cardíacas.

 

Los legisladores porteños de la oposición imputan a Horacio Rodríguez Larreta y la ministra Soledad Acuña como «responsables”.
 
Cabe remarcar que no es la primera denuncia sobre la aparición de alacranes en los establecimientos educativos públicos, en tanto también se informó la presencia de los mismos en estaciones de subtes.

La ministra porteña fue criticada en las últimas horas por el anuncio del envío de “aguas frías” a las escuelas tras la ola de calor que afecta al distrito. Tildaron la gestión de insuficiente y subrayaron el mal estado en que se encuentran los establecimientos.