Alejandro Otero y el FMI en Comunas un Desafío.

Publicado: 11 jun 2018
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Nos comunicamos dese nuestros estudios de la AM 690 con Alejandro Otero economista, docente de la Universidad de Moreno, ex director de Rentas del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, fundamentalmente para consultarlo por los últimos movimientos económicos que desembocaron en el FMI y nuestro pesimismo al respecto, pero su respuesta comenzó así:

«Como muchas otras cosas en la vida depende a quien le preguntes, el ministro en su conferencia de prensa dijo que él estaba contento con este acuerdo así que ahí tenes uno que está contento y tiene motivos para celebrar y yo después de escuchar la conferencia del ministro con el anuncio del acuerdo con los 50.000 millones más unos 5.000 y pico de los organismos multilaterales me fui con una sensación de deja vu ¿no? de está película ya la ví, pero que solo son de esas películas que cada vez que las volvés a ver pasa a ser peor que la anterior y terminé de escuchar la conferencia recordando a Les  Luthiers en aquello que decían <y nos vamos sorprendidos sin saber de que se ríe>.»

Para seguir, «la verdad no se de que se alegraba el Ministro porque no veo nada para festejar y me parece que hay como una cosa contradictoria como un reloj que se mueve en los dos sentidos, por un lado sin dudas esto al gobierno le da aire y le da tiempo; le da aire porque le va a permitir estabilizar los mercados financieros, por supuesto, estabilizar no quiere decir que se retrotraigan los valores de tipo de cambio a niveles anteriores; seguramente se estabilice a un nivel de 26, 27 pesos por unidad de dólar bastante más por encima de lo que era el valor de origen al momento de la corrida y eso por supuesto tiene un efecto inflacionario; pero por un lado le permite ganar tiempo, pero lo interesante es ver que por otro lado las exigencias del fondo que además de exigir que se deje flotar libremente al dólar, exige esto que técnicamente se manifiesta en déficit fiscal cero para el año 2020, es decir, un brutal ajuste de las cuentas públicas que hace una disminución de la inversión y de distintos gastos y erogaciones del Estado que va a impactar, en las inversiones públicas, de la obra pública, va a hacer, menos dinámica aún la economía; es decir, va a restarle dinamismo a la economía empeorando más la situación, es decir, por un lado va a conseguir esto que ellos quieren que es estabilizar los mercados financieros, pero por otro lado va a restarle tiempo porque el brutal ajuste va a agudizar la conflictividad social.

¿Que es lo que va a predominar?, bueno ahí podemos hacer distintos tipos de especulaciones pero sin dudas me parece que estas son los dos efectos inmediatos que vamos a tener.

«La otra cuestión que conviene tener presente es que como el gobierno no anuncia nada que vaya en el sentido de redinamizar la economía, ninguna medida en el sentido de empujar al crecimiento económico, del empleo, del consumo, del bienestar de las mayorías, no hay ninguna en ese sentido, porque el foco está concentrado en disminuir el déficit fiscal,como si este fuera el gran mal de los argentinos. Insisto, el gran mal de los argentinos es que la economía está paralizada, no crece el consumo, no crece el empleo, no crecen las ventas en el mercado interno, no hay dinamismo, y es por eso que no vienen las inversiones no porque el déficit fiscal es enorme.» añade.

«Es una lectura equivocada, hay un objetivo político, esto ya lo sabemos bien cuando se culpa de todos los males de la Argentina al déficit fiscal en realidad lo que se está diciendo es que el Estado debe ser más pequeño, debe ocuparse de menos cosas, significa que hay que privilegiar y darle ese lugar a los mercados, esto que desde Martínez de Hoz en adelante se expresaba con aquella frase de «achicar el Estado es agrandar la Nación» y todos sabemos que eso lo único que agrandó fue la crisis, el tamaño de la crisis, y esto va en esa línea, entonces cuando se pone el foco en el déficit lo que se está atacando es el lugar del Estado y volviendo esto de privilegiar a los mercados como aquella fuerza que tiene la capacidad de retomar el dinamismo económico y esto no va a suceder.», suscribe.

Va redondeando, «última cuestión: que se haya recurrido al Fondo Monetario pone en evidencia el fracaso estratégico del gobierno; el gobierno apostó desde el inicio que su programa político y económico iba a traer las famosas inversiones, la prometió para el segundo semestre, la prometió para el año próximo, la prometió para el segundo semestre del año próximo y nunca vinieron y como nunca vinieron entonces se recurre al Fondo Monetario, la pregunta es: ¿con el Fondo Monetario presente van a venir?, mi respuesta es NO, por lo que acabo de decir, porque la gente no invierte en una economía que esta planchada por más que el déficit fiscal sea cero y el punto es que insisto no hay ninguna política orientada a dinamizar la economía y por lo tanto no hay ningún motivo para pensar que las inversiones, por supuesto, más allá de las inversiones especulativas que van a aprovechar las tasas descomunales y astronómicas que hay en las Lebac y otras colocaciones, son sectores que siempre van a ser rentables en la Argentina, como los sectores exportadores primarios, la minería, o alguna extractiva particular, más allá de esos sectores que tienen dinamismo, pero que no alcanzan para levantar la economía en su conjunto, mejorar los niveles de empleo y de consumo de la mayoría, más allá de esos nichos, inversiones de tipo masivo que levanten la economía, el empleo y el consumo esas no van a venir hasta que la economía no crezca y para crecer lo que hace falta, y es de manual, es que la gente gaste más y que el Estado también gaste más y de una manera inteligente, no que gaste menos y el Fondo lo que va a proponer es austeridad, y austeridad en un contexto económico como el que tenemos es absolutamente contraindicado porque no hace más, (insisto, esta austeridad, este gasto menor, este restar inversiones públicas, este deteriorar la capacidad de consumo), que empeorar la cosa del conjunto, no hace más que empeorar la economía en su conjunto.»

Para finalizar, agrega, «esa sensación de deja vu, de película que ya vi y cuando la vuelvo a ver es peor que la anterior, ¿porque peor que la anterior?, porque el blindaje que vos citás (De La Rúa 2000-2001) esta muy bien compararlo con el blindaje porque se parece mucho efectivamente, aquel sino recuerdo mal fue entre 35.000 y 40.000 millones de dólares y éste es 50.000 millones por eso digo que este es peor, son dólares, es peor en términos cuantitativos y efectivamente como decía antes, le da aire al gobierno, le da tiempo; pero no dejemos de mirar la otra cara de esta moneda: le resta tiempo porque las medidas que exige el FMI para esto agudizan la conflictividad social, entonces de la misma manera que el blindaje duró, (no quiero ser grosero), fue efímero, su eficacia fue efímera; es probable que esté también lo sea, si no se hace nada distinto a lo que se viene haciendo y nada hace pensar porque no hay ningún anuncio en ese sentido, ni ninguna medida diferente a lo que se viene haciendo, este nuevo blindaje, este préstamo de 50.000, sabés como termina, más temprano que tarde, financiando la fuga de capitales, una de las exigencias del fondo es desarmar la bola de las Lebac, los tipos que tienen las acreencias contra el Estado en las Lebac, ¿que van a hacer? van a recuperar esas acreencias y vos pensás que ¿van a invertir o que las van a dolarizar? y las van a fugar.»

Termina, «en la medida que esa bola se vaya desarmando mi impresión es que no va a ver oportunidades de inversión y lo que va a suceder es que como todos vemos que esto va hacia la crisis, estos jugadores se van a curar en salud y más temprano que tarde, porque los que se quedaron con las medidas del gobierno para renovar con las tazas altas se han quedado en Lebac pero con los ojos mirando para afuera; cuando pueden salen y no van a salir para invertir, van a salir para dolarizar y fugar, de modo que una vez más en la Argentina, como ya ha pasado lamentablemente muchas veces, estos «mega préstamos» no sirven para otra cosa más que para financiar la fuga de capitales y es ahí donde se acelera la crisis. En el contexto actual, lamento ser caústico, lamento no ser optimista, (me encantaría poder dar un mensaje diferente y decir la verdad más allá de que a este gobierno yo no le he votado), <pero me han sorprendido, y esto ha superado mi expectativa, y ha habido una corriente de inversiones que si no la hubo antes las va haber ahora porque el Fondo genera un marco de confianza>, nada de eso  pasará y ojalá me equivoque por el bien de los argentinos pero me parece que no habiendo políticas diferentes más temprano que tarde estos 50.000 millones terminan en manos de los de siempre y en destinos distintos que las fronteras de la Argentina.»

Para despedirse con este mensaje de esperanza: «pero si me preguntas sobre el mundial soy muy optimista, y ahí creo que tenemos grandes chances.»