La Arquitecta Laura Schachter, en Comunas un Desafío, habló de Tierras Públicas.

Publicado: 29 may 2017
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Nos comunicamos via telefónica con Laura Schachter, arquitecta, colaboradora-asesora del legislador Gabriel Fuks en la Legislatura porteña en temas de Planeamiento y Obras Públicas y con una vasta trayectoria en el sector público y privado a la que consultamos por diferentes temas de nuestra ciudad, como Villa Olímpica de Villa Lugano y el Mercado de Hacienda de Mataderos entre otros.

Se refirió en primer término al Gobierno de la Ciudad cuya gestión»tiene como caballito de batalla mostrar obras, mostrar avances, no siempre son las obras que prometieron para ganar las elecciones como los 10 km de subte por año que iban a hacer que cuando vieron que no les daba cambiaron por el metrobús.»

Siguió, » creo que la lógica solo la conciben ligada a la entrega de tierras públicas, o sea, toda obra que están planteando en general va acompañada de una venta de tierras, en general en lugares bastante estratégicos para la Ciudad, ese es el círculo que ellos arman, porque todos los proyectos para financiar, por ejemplo, hablo de un barrio o la construcción de alguna infraestructura todas van acompañadas de que la Ciudad se desprenda de valiosos terrenos en muchos casos que son, la verdad deberían ser como una reserva para una Ciudad como ésta que pretende crecer, es necesario tener la previsión de guardar terrenos en lugares estratégicos.»

Agregó, «hay que tener mucho cuidado y el Estado en ese caso debe funcionar como regulador, frente a políticas que se desarrollan en determinados barrios de la Ciudad; hay barrios que estaban muy caídos, zonas donde la tierra estaba depreciada por la falta de infraestructura. Si desde el Estado se proponen levantar un barrio como se hizo en «Palermo Hollywood» que en su momento era un barrio de talleres y que una vez que el Estado hizo un par de intervenciones (no se inunda más por las obras del Maldonado), ese barrio empieza a crecer, pero los habitantes originales del barrio se ven expulsados.»

Y continuó, «la zona de la Villa Olímpica (Comuna 8, Lugano), era una zona totalmente degradada y abandonada y de hecho con muchos problemas; los Juegos de la Juventud son una oportunidad para desarrollarla pero es fundamental que el porcentaje de viviendas que después sean destinadas a reubicar a gente del lugar, la gente del barrio, gente que necesita la vivienda tiene que ser más alto que lo que ellos plantean. Eso fue una discusión que se dió bastante en la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires porque se logró elevar un poco pero lo importante es que después no termine siendo destinada en un alto porcentaje a familias de clase media alta y terminen expulsando a los habitantes originales.»

Al referirse a Mataderos plantea, «es una gran oportunidad que tiene la Ciudad de pensar un modelo de desarrollo mixto, evidentemente tiene que ser privado y público porque creo que es bueno que así lo sea, porque tampoco el Estado actuando por sí solo pueda lograr desarrollar lugares de ese tamaño; pero debería ser una oportunidad, yo creo que con pocas intervenciones del Estado, mejorando las calles, la iluminación, la seguridad, haciendo alguna escuela; inclusive esto que se da en otras ciudades muchas veces que a cambio de darle a los desarrolladores la posibilidad de hacer algunos emprendimientos como contraparte los mismos desarrolladores se ven obligados a abrir las calles, a hacer las escuelas, o sea a aportarle a la Ciudad eso que necesita, pero eso tiene que ser dirigido desde el Gobierno. No se negarían a que un privado, si a cambio le pedis que contruya una escuela o construya viviendas sociales, tenga una capacidad contructiva que ahora no tiene, yo creo que ese es un camino, un camino que funcionó en otros lugares, inclusive en la zona de Liniers donde están los terrenos ferroviarios que en su momento tuvieron un concurso de ideas y nunca se desarrollaron.  Si son grandes zonas con tierras públicas es ahí donde el Estado debería poner el ojo e invitar a los privados a participar pero limitando su campo de acción para que eso no se transforme en acciones expulsivas de la población local;  ahí tienen que estar controlando las asociaciones vecinales lo que el Estado hace, lamentablemente no es así, más en un Gobierno que viene de ese origen, donde sabemos que son muchos empresarios de la construcción, lo que mejor saben hacer y si no limitamos las ganancias podrían ser infinitas desde su punto de vista;  es ahí donde tenemos que lograr las contrapartidas mejoren nuestra Ciudad, no solo los bolsillos de algunos. Para ellos es su fortaleza en algún punto porque los vecinos ven mejorada su calidad de vida con algunas obras de infraestructura, eso es innegable, el Metrobus acortó los tiempos de viaje o los pasos a bajo nivel las esperas en las barreras.»

Finalizó, «por eso hay que estar muy atento a que estas obras en general vienen con una enajenación de terrenos públicos eso es lo que los vecinos tienen que observar y estar atentos para que no sean avasallados sus derechos, porque son irrecuperables una vez que la Ciudad se desprende de estas tierras no es fácil volver para atrás.»