CON EL EMPUJE DE LOS CHICOS
Escuchar por radio a 2 alumnas de 7º grado de la Escuela Primaria Nº23 DE 11, explicar con desenvoltura, cómo ellas junto a docentes y vecinos hicieron acto de presencia ayer en la sesión de la Legislatura porteña para acompañar el proyecto de cambio de nombre de una plaza de su barrio, debe reconfortar a cualquier ciudadano de esta ciudad.
El tema en cuestión es el referido a la ahora ex Plaza de los Virreyes, ubicada en la intersecciòn de la Autopista 25 de Mayo y Av. Lafuente, Flores Sur, donde termina la lìnea E de subte del mismo nombre y que pasarà a llamarse ahora Tupac Amaru. Si bien el proyecto de ley fue obra del legislador GONZALO RUANOVA, el pedido partiò de organizaciones barriales y sociales desde el 2005 y el argumento sostenido para el cambio de nombre se basaba en que la ordenanza venìa desde el 12 de octubre de 1979, època de la ùltima dictadura militar.
Tal como argumentaron los vecinos de la zona:»Los Virreyes eran la representación mercenaria de quienes cometieron el genocidio y el saqueo más grande que conoció la humanidad. Ni San Martín ni Belgrano aceptarían ese nombre para una plaza», mientras que cambiarlo por el de TUPAC AMARU «simboliza la rebelión contra la opresión, la explotación, las torturas, la esclavitud y el genocidio de millones de hermanos originarios». Asì parecieron entenderlo 34 votos a favor de varias fuerzas polìticas contra 17 del PRO y la Coaliciòn Cìvica y sòlo queda hacer ahora el cambio formal, asì como deberìa hacerse por las mismas razones con la estación de subte que allì termina.
Estos cambios no son sòlo de nombres, sino que simbolizan algo mucho más profundo que nos reconcilia con nuestro pasado americano y que – al decir del legislador Rafael Gentili- «se hace una reparación histórica y un reconocimiento político a los que lucharon contra las conquistas que exterminaron a pueblos enteros». Las generaciones de jóvenes como las de esta escuela merecen este acto de justicia histórica.
FUENTE: Agencia de Noticias Telam