Día Internacional del Linfedema.
Desde el año 2008, las asociaciones de pacientes de distintos países celebran de forma coordinada cada 6 de marzo el Día Mundial del Linfedema.
En el Congreso Internacional de Linfología del año 2013, se determinó que en esta fecha se celebrara el día Internacional del Linfedema con el objetivo de dar a conocer esta enfermedad a la población en general y concienciar de la importancia de recibir los tratamientos adecuados y la prevención de esta para evitar la discapacidad.
¿Qué es el linfedema?
La linfedema es una acumulación de líquido linfático en los tejidos adiposos justamente debajo de su piel.
Esta acumulación genera inflamación y malestar. A menudo ocurre en una o varias extremidades, pero también puede surgir en rostro, cuello, torso, abdomen (vientre) u órganos genitales.
El origen de esta enfermedad puede ser primaria por la alteración del sistema linfático desde el nacimiento o por causas secundarias a una infección, a una enfermedad varicosa crónica, por la extirpación de los ganglios linfáticos mediante cirugía, la radioterapia, los traumatismos o la reducción de la movilidad del cuerpo.
Entre los signos y síntomas comunes del linfedema se incluye:
- Inflamación en alguna parte del cuerpo
- Sensación de piel tirante
- Hormigueo o dolor en el área afectada, pudiendo también haber una sensación de pesadez
- Menor flexibilidad de las articulaciones comprometidas o de las articulaciones cercanas al área afectada.
- Cambios en la sensibilidad y la temperatura de la zona y/o aumento del tamaño del miembro afectado.
Prevención y control del linfedema
La mejor forma de abordar esta enfermedad es la prevención. El linfedema en sus estadios iniciales con un tratamiento precoz, en algunos casos, se puede evitar que se desarrolle y conseguir que el volumen pase desapercibido,
aunque, sabiendo que existe la lesión del sistema linfático
Para prevenir el acúmulo de líquido se pueden adoptar las siguientes medidas:
- Evitar las infecciones, el calor excesivo, la compresión de la zona con ropa o accesorios y también los sobreesfuerzos con los miembros afectados.
- Controlar las patologías asociadas que puedan empeorar el linfedema como la obesidad, la diabetes o el hipotiroidismo.
- Mantener la piel hidratada y protegerla del sol.
El tratamiento irá encaminado a controlar el exceso de líquido en los tejidos, aliviar el dolor o recuperar la funcionalidad del cuerpo. Los tratamientos del linfedema deben realizarlos fisioterapeutas especializados.
El número de linfedemas a día de hoy es una aproximación, ya que no existen censos o ratios reales.
Esta enfermedad repercute en la calidad de vida de las personas que la padecen tanto en la esfera psicosocial como en la vida laboral, y en ocasiones supone un gran impacto para la autoestima personal. En el 80% de los casos afecta a las piernas