Día Mundial del Folklore.

Publicado: 22 ago 2018
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En 1960, se instituyó esta fecha como el Día Mundial del Folklore.

En Argentina, esta fecha coincide con el aniversario del nacimiento de Juan Bautista Ambrosetti (1865-1917), considerado como el ‘padre de la ciencia folklórica’.

La palabra Folklore o Folclore fue utilizada por primera vez por el arqueólogo inglés William John Thoms el 22 de agosto de 1846 en la revista londinense «Athenaeum». La palabra está compuesta por dos voces inglesas «Folk» (pueblo) y «lore» (saber, ciencia), para definir al saber popular, los conocimientos, usos, costumbres, leyendas, supersticiones, música, danza, canciones, mitos, dichos, refranes, coplas y cantares transmitidos de generación en generación; en definitiva, lo que se transmite de boca en boca, que trasciende, se incorpora a nuestras costumbres y desconoce toda autoría.

Muchos fueron los términos que intentaron reemplazar a la palabra Folklore, todas buscando castellanizar el término: «saber del pueblo», «demosofía», «tradición», etc. Sin embargo, ninguno de ellos prosperó. Su consagración oficial se logró en 1878 con la fundación de la Folk-lore Society, la primera Sociedad Folklórica de carácter científico  que define al Folklore como ciencia y elabora su programa.

Hacia 1887, el inglés Houme, uno de los fundadores de la sociedad, define al Folklore como: «Ciencia que se ocupa de la supervivencia de las creencias y de las costumbres arcaicas en los tiempos modernos».

En Argentina, la música de proyección folklórica, comenzó a adquirir popularidad en los años treinta y cuarenta, en coincidencia con una gran ola de migración interna del campo a la ciudad y de las provincias a Buenos Aires, para instalarse en los años cincuenta, con el «boom del folklore», como género principal de la música popular nacional junto al tango.

En los años sesenta y setenta se expandió la popularidad del «folclore» argentino y se vinculó a otras expresiones similares de América Latina, de la mano de diversos movimientos de renovación musical y lírica, y la aparición de grandes festivales del género, en particular del Festival Nacional de Folclore de Cosquín, uno de los más importantes del mundo en ese campo.

Luego de ser seriamente afectado por la represión cultural impuesta por la dictadura instalada entre 1976-1983, la música folklórica resurgió a partir de la Guerra de las Malvinas de 1982, aunque con expresiones más relacionadas con otros géneros de la música popular argentina y latinoamericana, como el tango, el llamado «rock nacional», la balada romántica latinoamericana, el cuarteto y la cumbia.

La evolución histórica fue conformando cuatro grandes regiones en la música folclórica argentina: la cordobesa-noroeste, la cuyana, la litoraleña y la surera pampeano-patagónica, a su vez influenciadas por, e influyentes en, las culturas musicales de los países fronterizos: Bolivia, sur de Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay.

 

Un hecho es considerado folklórico cuando:

Colectivo: Porque deja de ser creación personal al ser incorporado al patrimonio tradicional.

Popular: porque ha sido asimilado por el pueblo (folk).

Empírico: porque se transmite sin que medie una enseñanza escrita o teórica, sino práctica, gestual, a través del ejemplo.

Oral: porque la transmisión se hace oralmente, por experiencia directa de un individuo a otro, de una a otra generación.

Funcional: porque el pueblo solo adopta el hecho folklórico si se identifica con su idiosincrasia, descartando lo que no llene una función en la vida de la comunidad. Anónimo: porque se desconoce el nombre del autor o autores, que la obra del tiempo ha borrado y se considera como herencia común.

Regional: porque la naturaleza circundante influye en lo folklórico y le da un matiz local, aunque luego se difunda en toda una región, a varias o aún sea adoptado por todo el país.