El Gobierno porteño militariza el Centro Cultural San Martín
Miembros de la Policía Metropolitana y patovicas se enfrentaron con los manifestantes que ocupan la Sala Alberdi. Hubo incidentes.
El gobierno porteño decidió militarizar el Centro Cultural General San Martín y cerrarlo hasta el 10 de febrero, pese a que dentro de la Sala Alberdi se desarrolla una toma pacífica de estudiantes que resisten la decisión de trasladar ese espacio desde hace más de dos años y medio.
La Policía Metropolitana y patovicas de civil impidieron ayer que un grupo de jóvenes ingresara con alimentos, bebidas y ropa a los manifestantes que están dentro del edificio, mientras en la plaza seca ubicada frente al acceso del histórico lugar permanencen otros tantos en una acampe.
Los efectivos llegaron en gran número el jueves y se desplegaron por todo el edificio y en las inmediaciones, incluso desalojaron a algunos miembros que reclaman la toma y autogestión de la Sala Alberdi.
El viernes por la noche, la Metropolitana rodeó toda la cuadra, con al menos 60 uniformados con armas, palos y gases lacrimógenos, «generando una situación violenta», denunciaron los manifestantes.
Luego, una asamblea de 200 personas decidió sacar las rejas y acampar en la plaza seca. Hubo forcejeos, pero no se informó de heridos o detenidos. En la mañana de ayer, hombres de seguridad privada, sin identificación, y agentes de la Policía Metropolitana aplicaban derecho de admisión para quien quisiera entrar al edificio: sólo permitían el ingreso a trabajadores de la radio o del centro.
Los manifestantes dijeron que, con «documentación legal descaradamente falsa (que aprobaría el traslado definitivo de la Sala Alberdi), la dirección del centro nos notifica que el Centro Cultural San Martín permanecerá cerrado debido al receso de verano desde el 2 de enero hasta el 10 de febrero. Esta medida atenta de manera directa contra nuestra política cultural el mismo día que empezaban nuestros talleres de verano, y pretende concretar un desalojo gradual, impidiendo el contacto directo con el exterior a las personas que permanecen en la toma.»
La ocupación de la Sala Alberdi comenzó el 17 de agosto de 2010 ante la declarada decisión del Ministerio de Cultura de cerrar ese espacio, única sala teatral que llevaba obras para niños y adolescentes «a la gorra» y cursos de formación artística accesibles a todas las clases.
No parecían sentirse intimidados por la presencia de la Policía Metropolitana. «