Elisa Juarez, Militante, en Comunas un Desafío.
Nos visitó en los estudios de AM690K24 Elisa Juarez, amiga, militante social, política y ahora actriz ya que es una de las intérpretes de Monólogos de la Vagina.
Escrito por Eve Ensler una feminista estadounidense, la primer versión data de 1996 cuando hizo varias entrevistas a mujeres de todo tipo, o sea, jóvenes, grandes, prostitutas, negras, hispanas que revelaron muchas cosas escondidas en el alma de la mujer.
«Formo parte de la Secretaría de la Mujer del Partido Justicialista y en el espacio donde milito que es la Corriente Nacional de la Militancia, es muy importante difundir las temáticas de género no exclusivamente de género pero si fuertemente de género.», comenzó.
Luego nos cuenta como llegó a la actuación y específicamente a esta oportunidad, «una compañera de otra comuna me llama para preguntarme si conozco alguna actriz para hacer los monólogos y le digo que sería más interesante buscar mujeres comunes, vecinas que conozcas, compañeras, y me dice ¿te animas? yo me animo a todo y otra compañera nuestra Rosa dice yo también me animo y nos faltaba una tercera y las dos dijimos ¿estamos pensando en la misma? si, Silvia, que es otra vecina; yo tengo a mi hermano Ernesto que es maestro de teatro al que le pedimos ayuda con eso y ahí empezamos a ensayar supuestamente en diez días teníamos que presentar los monólogos, después se fueron estirando las cosas y lo estrenamos por primera vez ayer (viernes 1 de diciembre).»
Continuó, «Los monólogos de la vagina tienen una historia muy fuerte en la Argentina, se desarrolló mucho con muchas actrices por ejemplo Emilia Mazer, María Leal, Victoria Onetto, Cipe Lincovsk y otras, y a nivel internacional Vanessa Redgrave; fue en su momento una revolución y este libro y esta obra de teatro uno de los primeros emblemas; la reivindicación del rol de la mujer, y además de hablar de nosotras mismas, de hablar de nuestro cuerpo, de nuestras experiencias, de nuestras vivencias, no es fácil; siempre lo tenemos guardado, lo tenemos ahí escondido, cuando uno empieza a transitar las cuestiones de género yendo a reuniones de mujeres, o a cine debate, o a los encuentros nacionales de mujeres vos descubrís que no sos a la única que le pasaron esas cosas y descubrís que a todas nos ha pasado alguna vez lo mismo o parecido, y descubrís que hay una matriz, que es el sistema en el cual vivimos, el patriarcado, el machismo, los lugares donde siempre los varones han tenido más permiso que nosotras. El machismo no es sólo reproducido por los hombres nosotras también lo reproducimos, criamos machos, pero hasta que no lo vemos, hasta que no te atraviesa el cuerpo….»
«Una de las chicas, Silvia, leía todo en masculino y yo le dije -no leas en masculino, porque ahí lo que dice esta en femenimo, pero tenemos tan incorporado lo masculino»uno dice tal cosa» y el texto no decía uno decía «una» es la práctica cotidiana, y dar vuelta eso, que algunos dirán es una pavada, y no es así, porque la palabra re define las situaciones, es importante llamar a las cosas por su nombre, el rol de la palabra tan represiva por eso los militares hicieron lo que hicieron con los libros, la cultura, a quitar voces.», añadió.
Agrega, «durante el gobierno kirchnerista Cristina decía todos y todas, y algunos los identifican simplemente con el kirchnerismo y en realidad lo que Cristina hizo fue tomar un tema que las mujeres, las feministas, (yo en ese momento no sabía que era feminista, ahora sí me puedo definir feminista, porque es un aprendizaje y una esta llena de temores), no están en contra de los hombres, yo no estoy en contra de los hombres y no se trata de eso hasta que vos no lo descubrís no lo podes trasmitir. Yo siempre digo el todos y todas fue un guante que las organizaciones de mujeres tiraron al aire porque decir «todos» no nos incluye , ahora se esta perdiendo un poco…en los medios de difusión, en los discursos, mismo hasta a las mujeres les cuesta, se están adoctrinando a la autoridad nacional como quiere que sea la cosa hoy, dos años de un cambio de temática, dos años de un cambio de paradigmas, y estamos así.»
«Mis compañeras son Rosa Galluzo también compañera de la Corriente Nacional de la Militancia, Silvia Vasquez que es una vecina que se acerca a algunas actividades, (somos de la Comuna 7, de Flores). La obra va transitando por distintos lugares, hay momentos de que se cuenta a cuantas mujeres en el mundo sobre todo en Africa se les corta el clítoris con un cuchillo, con un vidrio, a algunas se los extirpa totalmente y cuenta que la autora observa en un kiosco en Nueva York , en la portada del New York Time, fotos de mujeres jóvenes que vienen de un campo de violación de Bosnia y ahí uno de los monólogos, que es el que hago yo, que habla una mujer musulmana de todo lo que le pasó, cuenta un poco poéticamente y dice: «mi vagina era mi aldea, era un campo verde, eran días al sol, vivía de una manera apacible y de repente no se que tengo entre mis piernas, tengo algo cocido entre mis piernas con una tanza negra, yo no se que tengo, yo antes me tocaba, ahora ya no me toco, ya no, desde que ellos vinieron y durante siete días dejaron su putrido semen dentro de mí.», nos emociona.
«Después la obra pasa por un momento de recuerdos que fue pasando, una a los diez años está en la terraza de la casa del padre y están de fiesta, la novia del padre le regaló un conjunto de bombacha y corpiño y ella va al baño a probárselo y de repente ella en el espejo ve que se abre la puerta y entró el pelado Enrique, el mejor amigo de mi viejo, y me agarró por atrás y me bajó la bombacha y me metió esa cosa larga y dura dentro de mi cachu cachu por más que yo gritaba, pataleaba, el pelado Enrique no me soltó y me la metió igual y apareció mi viejo con una pistola, y escuché un ruido, vi sangre por todos lados, en el pelado Enrique, en mí, en mi viejo, el pelado Enrique quedó paralítico, mi vieja no me dejó ver a mi viejo durante siete años, y mi cachu cachu es un lugar terrible, un lugar donde ocurren cosas dolorosas, de sangre, es un lugar de mala suerte…» interpreta con gran histrionismo.
«En la investigación que hace esta mujer Eve Ensler, (200 casos) dice: en los sectores de bajos recursos sólo una mujer no había sido violada, abusada, en su niñez o en su adolescencia y todas ocurría dentro del hogar, que supuestamente es el lugar seguro. Nos tratan a las mujeres como una cosa, sin alma», añade.
Después pasa por otros lugares más conocidos para nosotras, la regla, y una dice «yo nunca pensé que me iba a venir y otra dice cuando me vino mi mamá me dijo mi amor es lo mejor que te puede pasar; pero ahora no te podes bañar, no podes hacer ejercicio, no salgas, y come liviano…»
Ejemplifica aspectos que toma la obra para recalcarnos, » lo que ocurre es que los varones no tienen conciencia de lo que nos pasa y nosotras pocas veces hablamos de esos temas. El año pasado yo me reencontré con una amiga de mi adolescencia y vino con su pareja y no se porqué surgió este tema y bueno dice -ustedes las mujeres también siempre hablando del machismo- y le digo -sabes Carlos nosotras la pasamos muy mal y más cuando vivís en un pueblo en la provincia, vos tenés trece años te empiezan a crecer las tetitas, tu cuerpo va cambiando y de repente seguís usando el mismo vestido que tu vieja te compró y doblas la esquina porque hay un grupo de muchachos allá y en mi época te decían que comes nena bulones y uno no sabía que te querían decir o te decían te chupo toda y uno se sentía una porquería, te intimidaban, y había momentos que no sabías como reaccionar.
Siempre cuento la anécdota; séptimo grado, yo tenía trece años no era tan alta como ahora pero era alta, y fuimos a un taller para hacer soldar unos alambres para la clase de manualidades y el tipo nos dice: si lo podemos soldar pero me tenés que dar un besito, las tres que fuimos nos quedamos ahí no sabíamos que hacer; porque los trece años de los 70 no son los trece años de hoy, capaz que hoy una piba te manda a la miércoles y en ese momento nos quedamos paralizadas; todas esas pequeñas anécdotas forman parte de ese acoso que hemos sufrido siempre y que tiene que ver con el machismo y del cual queremos salir.»
Para finalizar así, «ha habido un cambio muy grande en estos últimos años, lo que a mi me parece que están tan naturalizadas un montón de cosas que ni nosotras ni ustedes los varones la vemos y cuando empezamos a verlas es muy difícil poder expresarlas, y tengo miedo – que van a pensar, y van a decir que soy una histérica, que es lo primero que dicen-, el hombre no entiende que no quiero que me digas en la calle nada, o sea, ni que fuerte que estás, que lindo orto, que esto que el otro, pero fijate que instalado que está que hasta el presidente Macri dice a quien no le gusta que le digan que tiene un buen culo y como sabe él que a nosotras nos gusta, tal vez a alguien le guste pero en general que derecho tenes vos de ir y decir si tengo buen culo , mal culo, no?.»
Acerca de la obra «ayer fue una explosión, se dió en San Jose 181 sede del Partido Justicialista de la Ciudad, la idea era darle un cierre al año en la Secretaría de la Mujer y decidimos hacerlo con esta actividad cultural, vinieron muchas compañeras que yo no las conozco, no se de dónde son, se ve que les interesó la invitación y se acercaron a decirnos: se animan a venir por los barrios, se animan a ira a centros culturales, conocemos una red de centros culturales estaría bueno que vayan, esto hay que difundirlo. La verdad que nosotras nos quedamos con la boca abierta, porque no somos actrices, no somos un grupo de teatro, esto nació así como de casualidad o de causalidad, y bueno las chicas están entusiasmadas , después nos dijeron pasen la gorra, también uno hace muchas cosas con mucha voluntad y siempre ponemos plata de nuestro bolsillo, el sonidista que es un compañero de otra organización de la Simón Bolivar, dice che un viático…, estoy cansado de ir siempre, él estuvo toda la semana ensayando con nosotras, buscando la música, viendo que esté todo perfecto como el director crear la escenografía, la verdad que fue fantástico.»