Enfermeros Porteños: Les Agradecen y los Reprimen.

Publicado: 22 sep 2020
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Los licenciados en Enfermería tienen título de grado emitido por diversas universidades. Sin embargo en la Ciudad de Buenos Aires no son encuadrados dentro del sistema sanitario sino como empleados administrativos.

Los licenciados en enfermería se encuentran las 24 horas del día los 365 días del año y desarrollan más del 70 por ciento de todas las prestaciones que reciben las personas en los distintos niveles de atención. Están en la primera línea de lucha contra diversas patologías, entre ellas el coronavirus.

Desde el años 2018 que la Ciudad los excluyó de la Ley 6035; vienen reclamando y pidiendo que se los reconozca como trabajadores de la Salud y se los incluya en la Carrera de Profesionales.

Este 21 de septiembre, en el Día de la Sanidad, enfermeras y otros 200 trabajadores de este área se manifestaron en las puertas de la Legislatura porteña reclamando el reconocimiento profesional acorde a los servicios que prestan: aumento salarial, jornada laboral de 6 horas y el pase a planta permanente de quienes ya están trabajando, además de indemnización para familiares de enfermeros que murieron durante la pandemia.

Pero al acercarse a las puertas del Palacio Legislativo fueron reprimidos cuando quisieron ingresar al edificio para entregar un petitorio a las autoridades del Gobierno porteño y allí fue cuando la Policía de la Ciudad los desalojó con bastonazos, empujones y gas lacrimógeno. Pese a los golpes, las lesiones, la sangre y los heridos permanecieron en el lugar y lograron el cometido al hacer entrega del pedido colectivo de la actividad.

Curiosa forma de agradecerles sus servicios en esta pandemia de mas de 6 meses de duración por parte de Horacio Rodríguez Larreta y la policía que conduce su vice-jefe de gobierno Diego Santilli.

El Gobierno de la Ciudad ni escucha, ni dialoga. En las conferencias de prensa Larreta, Quirós y sus funcionarios les agradecen su trabajo y los felicitan pero después, con enorme cinismo, les cierran las puertas en la cara y los muelen a golpes.