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Fogata de San Pedro y San Pablo en Parque Avellaneda.
Publicado: 23 jun 2023
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La Fogata de San Pedro y San Pablo, también llamada de San Juan, es el rito antropológico de mayor vigencia de nuestros días.
El sábado 24 de junio, una vez más se va a quemar el gran «Fantoche de las Miserias», sumando a todos los fantochitos que lleven los vecinos y las organizaciones.
El hombre, reunido alrededor del fuego, es una ceremonia que las costumbres ciudadanas están haciendo desaparecer.
Hace más de veinte años en Parque Avellaneda se mantiene este rito a través del espectáculo Luz de Fuego, un encuentro lúdico compartido dónde se quema al Fantoche de las Miserias, que simboliza todo lo no deseado, y que la luz que el fuego produce nos ilumine para seguir apostando a ser mejores personas y poder vivir en un mundo más solidario.
Una vez más, se convoca a todos a juntarse en el Parque.
Otro año mas se convoca a realizar una caravana por los barrios de las comunas 9 y 10 para desembocar en las primeras horas de la noche con la tradicional fogata.
- 16 horas. en el Ex Centro Clandestino de Detención Tortura y Exterminio Olimpo, Ramón L. Falcón 4250. Comienza «Luz de Fuego». Partida del Fantoche de las Miserias y su sequito.
- 16.50 horas. Plaza Che Guevara, Benedetti y Ramón L. Falcón. Actuación artística y suma de organizaciones y vecinos con sus fantochitos.
- 17.05 horas. Av. Lacarra y Av. J. B. Alberdi. Actuación artística y suma de organizaciones y vecinos con sus fantochitos.
- 17.30 horas. Av. Lacarra y Av. Directorio. Actuación del taller de Percusión del Espacio Cultural Chacra de los Remedios, suma de organizaciones y vecinos con sus fantochitos e ingreso al Parque hasta el Playón del Antiguo Tambo.
- 18 horas. Playón del Antiguo Tambo. Espectáculo central de «Luz de Fuego» con el traslado de los fantoches y las miserias a las Canchas Peuser para ser quemados en la Fogata y cerrar con la ronda y la canción tradicional «Luz de Fuego».
Por lluvia pasa al domingo 25 de junio
Historia de la Fogata
Cada 29 de junio, luego de la recolección de elementos, llega el momento de encender la fogata. No es una simple fogata. La fogata en sí es un rito religioso y de alguna manera conserva esa religiosidad, aunque quienes la preparan no sepan lo que se conmemora y celebra en la fecha.
Al fuego se le atribuye un sentido purificador que se mezcla con el rito de la fogata de San Juan. El martirio de los santos Pedro y Pablo se confunde con los «Juicios de Dios» que dictaminaban la quema de aquellos presuntos cómplices del diablo.
El 29 de junio es la fiesta de San Pedro y San Pablo.
Dice la tradición que ambos fueron ejecutados alrededor del año 67 por orden del Emperador Nerón.
A Pedro lo crucificaron cabeza abajo según su deseo porque se consideraba indigno de morir como su maestro.
Pablo, en cambio, fue decapitado en Ostia.
El simbolismo del fuego conlleva siempre un trasfondo religioso: expía el demonismo de las brujas, ahuyenta los malos espíritus, conmemora acontecimientos sagrados…
En la noche de San Juan, el 24 de junio, solsticio de verano del hemisferio norte, se encienden fogatas de fiesta a la puesta del sol y hasta su nueva salida, en un intento de erradicar para siempre la oscuridad.
La creencia popular dice que en esas noches mágicas se realiza la comunicación entre el mundo profano y el mundo sagrado.
Los Apóstoles, muertos por crucifixión y decapitación, se asocian al rito de la fogata, al sacrificio en la hoguera. Es por ello que en lo alto de la fogata suele haber un muñeco con figura humana, con similitud con un espantapájaros, que es quemado como expiación colectiva, o también para rendir homenaje a mártires inocentes.
Esta fiesta pagana y religiosa, que sigue vigente en los barrios, es para muchos una tradición que enlaza con la sacralidad primitiva y auténtica del ritual del fuego.