«Leé Ciencia. Leé Futuro» – Centro Cultural de la Ciencia.

Publicado: 27 oct 2023
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Bajo la consigna “Leé ciencia. Leé Futuro” y organizada por el Centro Cultural de la Ciencia, el próximo sábado y domingo se realizará la primera Feria de Libros Científicos, que reunirá la oferta librera de distintos sellos dedicados a la divulgación, además de actividades y charlas a cargo de la escritora Betina González y el físico y ensayista mexicano Juan Nepote.
 
La Feria es la primera dedicada a libros científicos y al intercambio entre lectores, autores y el acceso a un catálogo conformado por numerosas editoriales. Entre ellas, se encuentra el Grupo Planeta, Siglo Veintiuno, Fondo de Cultura Económica, Iamiqué, Norma, Akal, Estación Mandioca, Eudeba, El gato y la caja, TantaAgua, Luminias. 

También participan editoriales universitarias como Unsam Edita, Editorial de la Universidad Nacional de Quilmes, Ediciones Universidad Nacional de General Sarmiento e Hygea.
 
Daniel Filmus, ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación explica:
 
¿Por qué juntar, entonces, a la literatura y a la ciencia? «Juntar dos pasiones, la pasión por la ciencia y la pasión por la lectura, nos parece que es central en momentos en que desde muchos lugares se denuesta la ciencia, se plantea que Argentina no tiene por qué tener un desarrollo científico tecnológico propio y que podríamos traer todo importado desde afuera«,
 
Además, agrega: «Creo que el resultado de las elecciones lo que mostró es que no hay en el pueblo argentino un plafón como para privatizar el Conicet, como plantea Milei, y que el papel de la inversión pública en la ciencia es fundamental. Nosotros vamos a insistir en que la lectura, los libros, la divulgación de la ciencia son ejes centrales de una política científica que permita llegar absolutamente a todos y todas».
 
«En el imaginario social existen, por supuesto, dos modelos de país. Uno que Argentina tiene que estar vinculada solamente a la capacidad de exportación de productos primarios. Y otro de una Argentina poderosa, una Argentina industrial, una Argentina que lo principal que tiene que disponer es de la capacidad de agregar valor a partir del trabajo de su gente y a partir de la capacidad de innovación y desarrollo científico-tecnológico», plantea el ministro.
 
En ese sentido, dice: «La divulgación de la ciencia, por un lado, permite conocer cuáles son los aportes que la ciencia hace y defenderla. La pandemia quizás fue el mejor ejemplo de cuál es el papel que juega la ciencia cuando una sociedad tiene problemas gravísimos, pero también para otros dos aspectos».
 
Por un lado, «para la transformación del modelo productivo, la aplicación de la digitalización y la inteligencia artificial en los sistemas productivos que hoy son fundamentales» y por otro para «perderle el miedo a los avances científico-tecnológicos». De esta manera, dice Filmus, «saber que pueden ayudar a mejorar las condiciones de trabajo y de productividad y competitividad en Argentina es decisivo». «Por eso queremos poner a través de libros la ciencia al alcance de todos y todas», cierra el funcionario.
 
¿Qué tiene que tener un libro para ser considerado «científico»? «Hay que repensar qué abarca esa etiqueta, antes los libros científicos eran solos aquellos que iban en el sector ‘divulgación’ de las librerías. Hoy por suerte hay ciencia y pensamiento científico en libros que exceden esa categoría o esa idea de «bajar» un conocimiento para el gran público», dice Betina González, quien dará la conferencia de apertura del evento.
 

 

 
Cada vez más científicos y científicas se animan a compartir contenido en nuevos formatos.

«Científicas influencers como Valeria Edelsztein, que es doctora en Química y además es militante de género y autora de varios libros, y una gran escritora», ejemplifica González y también destaca la labor de Nora Bar, que se dedica hace 30 años a comunicar la ciencia. «Es muy importante en este momento oscurantista del mundo donde predominan las fake news, la posverdad y las teorías conspirativa que los científicos y escritores ocupemos espacios públicos para combatir la desinformación», señala la escritora.
 
El cruce de literatura y ciencia que propone esta feria recuerda cómo el imaginario sobre el campo científico estuvo muy presente en la literatura, como por ejemplo en novelas de ciencia ficción. ¿Qué pasa cuando literatura y realidad se acercan? «La tarea de escribir ficción comparte muchas cosas con la tarea de hacer ciencia, de eso se trata mi conferencia de este sábado», anticipa González.
 
«La ciencia ficción, dice Ray Bradbury, es la ficción de las ideas. Me gusta esa definición porque no piensa en un género definido según ciertas convenciones – que, en definitiva engloba cosas tan variadas como conejos fosforescentes, vida en otros planetas, apocalipsis tecnológicos o robots – sino en cualquier texto en cuyo centro no hay un espejo de la realidad: hay esa fiesta del pensamiento que produce una teoría; algo que no existe todavía y que la novela va a contar como si existiera», explica la escritora.
 
«O mejor: una idea que la novela va a llevar hasta sus últimas consecuencias, construyendo un mundo acorde a ella, imaginando cómo cambiaría lo conocido una vez que se concrete. Tomar una teoría científica y volverla novela a mí me resulta apasionante. Lo hice en Olimpia, con resultados muy sorprendentes para mí misma», recuerda la escritora, operación narrativa que también realizó Mary Shelley cuando escribió Frankenstein o Conan Doyle en las novelas del profesor Challenger.
 
Otro ejemplo se encuentra en «Los desposeídos» de Ursula Le Guin, escrito a partir de la teoría política sobre el anarquismo. «Pensemos también que cuando decimos ciencia estamos pensando más allá de la física y la biología, también en ciencias sociales», precisa González.
 
En este contexto, la Feria de Libros Científicos representa “un gran punto de llegada”, según dice la directora del C3, espacio que se prepara con emoción para reivindicar la ciencia en la primera feria de libros científicos este fin de semana.

El Centro Cultural de la Ciencia, conocido comúnmente como C3, es un espacio interdisciplinario de creación e intercambio de ideas y saberes sobre la ciencia entendida como parte de la cultura. Su edificio está ubicado en el Polo Científico Tecnológico de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires

Godoy Cruz 2270. Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina.