Los habitantes del «Elefante Blanco» bajo riesgo sanitario
El «Elefante Blanco» es un edificio ubicado en Ciudad Oculta, en Villa Lugano, y fue ocupado por familias carenciadas hace dos décadas luego de permanecer abandonado desde 1955, cuando la llamada «Revolución Libertadora» frenó allí las obras de lo que pretendía ser el hospital más grande de América Latina.
Allí, 120 familias residen en situación desesperante, ya que no sólo conviven con toneladas de basura -y el olor a desechos fermentados que prevalece en todo el edificio-, sino con humedad permanente, falta de cloacas y agua contaminada.
Informes revelan que en el edificio hay una persistente afectación de la salud de sus habitantes, tales como infecciones intestinales por agua contaminada, leptospirosis y hantavirus, y hasta intoxicación por ingestión de venenos en niños.
Pese a que la Defensoría del Pueblo reclamó el saneamiento del lugar, e incluso la jueza en lo Contencioso y Administrativo Elena Liberatori dictó un medida cautelar que obliga al Gobierno de la Ciudad a efectuar tal medida, las familias conviven entre toneladas de basura, olor a desechos fermentados y falta de agua potable.
La información, recabada de varios informes realizados por la Asesoría Tutelar y la Defensoría del Pueblo porteñas, devela que en el centro de salud más cercano se realizan unas 3.500 consultas mensuales, y los mayores problemas de salud se relacionan con afecciones respiratorias, intestinales y de la piel.
Días atrás, la jueza Liberatori realizó una inspección ocular luego del incumplimiento por parte del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires de la medida cautelar que obligaba al saneamiento.
Mientras los vecinos reclaman por una «vivienda digna» y manifestaron estar allí por «necesidad», el presupuesto para el Instituta de Vivienda de la Ciudad (el IVC) ha sido disminuido desde 2005 hasta la fecha «aproximadamente un 17% menos».Asimismo, persiste una subejecución del presupuesto desde el inicio de la gestión macrista, de acuerdo a un informe del Grupo de Estudio de Economías Nacional y Popular.
«Las partidas para este programa sufrieron sistemáticos recortes finalizando los años con una asombrosa subejecución, ya que en 2008 fue de 79%, en 2009, de 35; en 2010 y 2011, de 59; en 2012, de 67; y en 2013, de 77%», sostiene el informe.