Misofonía.

La misofonía ocurre cuando un mismo patrón de sonido repetido, aunque se trate de un ruido casi imperceptible, genera la reacción irracional, negativa e intolerante de una persona.

Según especialistas en salud auditiva, se trata de una afección neurológica que se relaciona con la reducción de la tolerancia al ruido, pero que se manifiesta en sonidos repetitivos o en patrones concretos.

El tipo de sonido que ocasiona el malestar puede ser nasal (ronquidos, hipo), oral (crujidos, morderse las uñas), llantos, ruidos producidos por animales (pájaros cantando o ranas croando), ambientales (tonos de llamadas de teléfonos celulares, chasquidos de los dedos o una tiza corriendo en un pizarrón). Son específicos de cada individuo y pueden desencadenar reacciones como ira, ansiedad o incluso pánico. 

Causas de la misofonía

Hay mucha incógnita sobre su origen ya que aún sus causas son desconocidas. “Habitualmente se considera un trastorno neurológico que tiene que ver con la conexión entre la percepción de los sentidos y las sensaciones que generan. Aunque en otros casos, se le atribuye una relación con comportamientos psicológicos relacionados, por ejemplo, con manías o fobias”, informan.

¿Hay tratamientos?

La clave está en una reeducación auditiva y habituación, para ello existe la sonoterapia (terapia alternativa que postula el uso de sonidos como tratamiento) a través de la cual se intenta reorientar esas sensaciones. También aconsejan ciertos cambios de estilo de vida como usar protección contra los ruidos.

Resulta muy importante hablar, comunicar abiertamente este malestar para que no se convierta en un problema grave.