Organizándose en cooperativas evitaron el cierre de cinco restaurantes
Alé Alé, Don Battaglia, Los Chanchitos, Mangiata y La Soleada, todos al borde de la quiebra, se organizaron en cooperativas y mantienen funcionando los locales en otra incipiente experiencia de autogestión en la que están en juego unos 200 empleos.
La situación involucra a Alé Alé, Don Battaglia, Los Chanchitos, Mangiata, en el límite entre Villa Crespo y Caballito, y La Soleada, de Belgrano, pertenecientes al grupo OJA, todos los cuales están en concurso de acreedores, informaron sus empleados. Una sexta casa del mismo grupo, La Zaranda, de Villa Urquiza, cerró hace un año y su personal, unos 40 trabajadores, se dispersó sin poder cobrarle a la firma sus deudas salariales.
“Una empresa del mismo grupo, distribuidora de insumos para restaurantes, les vendía a precios siderales y así se organizó el vaciamiento”, reveló Federico Tonarelli, de la Federación Argentina de Cooperativas de Trabajadores Autogestionados (Facta). Explicó que así “empezaron a acumular deudas impositivas, previsionales, comerciales y con sus propios trabajadores”.
Andrés Toledo, presidente de la cooperativa formada por los 40 trabajadores de Alé Alé, dijo a Télam que las dificultades se sucedieron durante todo 2012, incluidos despidos intempestivos. Relató que a Enrique Benavídez, con ocho años de antigüedad, lo despidieron por tomarse una gaseosa, y que el parrillero, Carlos Martínez, con 17 años en la empresa y operado hace poco de la columna, fue a reclamar su sueldo y al día siguiente recibió el telegrama. “No les importaba nada”, se quejó Toledo.
Finalmente, en diciembre de 2012 los administrativos y el socio gerente dejaron de ir al local y en enero un supervisor les dijo que fueran buscando otro trabajo, que iban a cerrar. “Paramos el primer fin de semana pero no pasaba nada. Reabrimos cobrando solo en efectivo para que entrara dinero y poder cobrarnos algo a cuenta”, relató Toledo, quien se puso al frente de sus compañeros pese a carecer de experiencia organizativa.
El dirigente dijo que fue al sindicato gastronómico, la UTHGRA, “y parecía mentira, pero terminé explicándoles que ellos tenían que defendernos a nosotros, los trabajadores, y no hubo caso”. El problema llegó a los medios y fue un cliente el que les sugirió contactarse con la cooperativa que gestionaba el Bauen, un caso emblemático de autogestión, que a su vez integra la Facta.
Cuando en Alé Alé, asesorados por la Facta, decidieron formar la cooperativa, marcaron un camino que luego siguieron los trabajadores de las otras cuatro casas en crisis. “El 25 de abril se sumaron los compañeros de Los Chanchitos y ya estamos todos. Intentamos también conectarnos con los de La Zaranda, pero es muy difícil”, comentó Toledo.
Los 200 trabajadores organizados en cinco cooperativas afrontan ahora una etapa compleja en la que deben atender a la vez su propio trabajo, el funcionamiento de cada empresa y la batalla legal con los antiguos dueños, pero el espíritu es muy diferente.
“El clima cambió totalmente. De pasar el fin de año sin un peso, ahora todos ganamos igual y se acabó el individualismo. Un cliente levanta la mano y vamos todos, nadie se toma ni una gaseosa. Vamos temprano al mercado a comprar la mejor verdura”, describió Toledo.
El otro gran escollo es que el local de Alé Alé tiene el contrato de alquiler vencido y el dueño se manifiesta reacio a renovarlo. Tonarelli dijo que “pide el desalojo porque supuestamente ya lo ha vendido, pero estamos negociando; para nosotros sólo tiene que vencer el prejuicio de alquilarle a una cooperativa de trabajo”.
El empeño de estos trabajadores comenzó a cosechar además apoyos políticos por parte de los diputados nacionales Juan Carlos Junio y Gastón Harispe; los legisladores de la Ciudad Claudia Neira, Edgardo Form, Delia Bissuti, Juan Cabandié y Fabio Basteiro.
También los respaldaron el secretario general de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA), Hugo Yasky, el Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (Inaes), la Confederación Nacional de Cooperativas de Trabajo (CNCT) y la Confederación de Cooperativas de la República Argentina (Cooperar).