Sandro Ojeda, del Deportivo Español, en Comunas un Desafío.

Publicado: 26 jul 2022
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Nos comunicamos desde Comunas un Desafío con algunos de los integrantes de la división 1969 del Club Deportivo Español quienes se encontraban reunidos en uno de los sectores que aún le queda a la institución «gallega» de la Comuna 9 y que fueron compañeros del conductor del programa Alberto Espiño.
Entre ellos se encuentra uno de los que llegó a jugar en primera división, Sandro Ojeda,  jugador que debutó en «los gallegos» en 1988 y recién se fue en 1997, con quien dialogamos acerca de la actualidad del «Deportivo».
«Pudimos hablar con el presidente y nos juntamos, nos prestó la parrilla, la canchita de baby, lamentablemente llovió y está mojada y no la podemos usar, están jugando inferiores (las tres categorías más chicas) y estamos acá compartiendo la parte del buffet que podemos, pero nos quedamos acá al lado de la parrilla que está lindo, disfrutando del club.
Yo hace 4 años que vine de La Pampa y estoy trabajando en inferiores, entonces al club lo estoy viviendo hace rato, pero hoy hace mucho (que el resto de los compañeros) no venían al club y se reencuentran y no lo vuelven a ver como en su esplendor cuando estaba en primera A, ahora quedo medio club.
La ilusión y las ganas siempre están, pero es difícil, sabes que en el futbol la parte económica es fundamental para mantener un equipo en primera división, ahora está en la «C» peleándola para ver si puede pelear  y estar en la «B» y después de ahí seguir creciendo;  lo hacen a pulmón los hinchas que quedaron, gente mayor e hijos de esa gente mayor que estaban en esos tiempo de primera, que son los que empujan y tratan de mantener el club lo mejor posible pero es muy difícil económicamente y más como está el país se hace difícil.
Hay otras disciplinas en el club, sé que hay patín, hay futbol de sala, futbol femenino, futbol de inferiores, infantiles, reserva y primera; después al club el Gobierno de la Ciudad le sacó más de la mitad del terreno donde está la policía metropolitana entonces espacio quedó muy, muy poco espacio.»
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