Virus de Papiloma Humano (VPH).
La prevención y el diagnóstico a tiempo pueden evitar el desarrollo de enfermedades, por lo que es esencial conocer acerca de los avances en medicina, tendencias, síntomas y cómo se puede estar expuesto a ciertas enfermedades. Tener acceso a información sobre distintas patologías y afecciones permite tomar buenas decisiones sobre la salud personal, obtener la atención médica y preventiva que se necesita, así como tener un estilo de vida saludable.
En este sentido, una de las enfermedades de transmisión sexual más frecuente a nivel mundial es la infección por el Virus de Papiloma Humano (VPH), la cual afecta a mujeres y hombres sexualmente activos.
En mujeres hay una relación íntima entre el Cáncer de Cuello Uterino (CCU) y el VPH.
El 95-99% de los CCU están producidos por el VPH, por eso las acciones de Salud Pública velan por la prevención del virus.
Se estima que el 80% de la población lo tiene y también se calcula que un 80% lo eliminará de su cuerpo.
Saber si una mujer lo ha eliminado de su cuerpo no es tan simple. El organismo puede eliminar el virus, como así también puede mantenerlo latente, su presencia se determina en los test de HPV que tienen una sensibilidad alta, mayor al 95%.
Para la prevención de esta enfermedad, la principal recomendación es la vacunación.
La vacuna contra el VPH demostró tener gran efectividad (mayor al 90%) cuando se coloca en niñas y niños de 11 años.
Hay una segunda ventana de vacunación, para casos excepcionales que se extiende hasta los 26 años.
También está autorizada para colocarse en mujeres hasta los 45 años, y una tercera ventana de vacunación, para aquellas que hayan presentado lesiones activas y el tratamiento haya sido efectivo.
Otras recomendaciones, también muy importantes para su detección son el estudio Papanicolaou, la colposcopia y el test de VPH.
Los controles anuales son la única vía para tratar y prevenir la evolución al cáncer.
El virus del papiloma humano es depurado del cuerpo en aproximadamente 2 años en el 80% de las mujeres y el 90% de los hombres. Solo un pequeño porcentaje de pacientes, en los cuales su sistema inmunológico no puede depurarlo, avanza progresivamente hacia formas más graves.
El hombre se encuentra directamente implicado en la cadena epidemiológica de contagio del VPH.
La mayoría de ellos (más del 90%) aún en fase latente de la enfermedad pueden seguir infectando a sus parejas sexuales, aumentando el riesgo de infección y de progresión a formas malignas y premalignas.
Un 90% de los hombres no desarrolla ninguna forma clínica y un 10% evoluciona hacia las verrugas genitales, de los cuales solo el 1% puede evolucionar en formas graves o un cáncer invasivo.
La mayoría de los pacientes hombres permanecen en fase latente, en la cual no presentan síntomas.
Si no hay lesiones visibles a través de un exudado uretral se puede realizar un estudio de pesquisa del ADN viral.
Ahora, si las lesiones son visibles y pueden ser extraídas del huésped se puede realizar un estudio histopatológico. Y, por otro lado, en pacientes con lesiones subclínicas, a veces, es necesaria una prueba llamada penoscopia.
El método preventivo por excelencia es el preservativo, la barrera más efectiva.
Este virus por tener un gran trofismo (afinidad por la piel y las mucosas) puede generar transmisión de la enfermedad por el mero frote, en situación en las que el preservativo no cubra la zona genital completa.