10 de Abril: Día del Investigador Científico.

Publicado: 10 abr 2018
Comentarios: 0

Esta conmemoración es un reconocimiento a quienes hacen de la actividad científica su elección de vida y contribuyen de diversas maneras a elevar la calidad de vida de la sociedad.
Para esta fecha se eligió el día del nacimiento del doctor Bernardo Houssay (1887-1971), eminente científico argentino cuya trayectoria marcó un punto de inflexión en el desarrollo de la ciencia en el país.

Bernardo Alberto Houssay, nació el 10 de abril de 1887. Terminó su escuela primaria en el Colegio Británico a los 7 años; a los 13 años ya se había graduado de bachiller y en 1904, logró el título de farmacéutico.

En 1911 se recibió de médico. Fue docente en la  la Facultad de Veterinaria de 1910 a 1911, jefe de patología y fisiología del Instituto Nacional de Bacteriología y profesor en la Facultad de Ciencias Médicas de Buenos Aires; miembro del Consejo Superior de la universidad de esa ciudad, presidente de la Academia Argentina de Medicina. Investigó acerca de las funciones de las glándulas de secreción interna en la formación y utilización de las proteínas, de los hidratos de carbono y de las grasas; sobre las glándulas suprarrenales, las sustancias minerales del plasma, los venenos de las serpientes y arácnidos; la fisiología dentaria, la intoxicación cianhídrica, etc.

Ganador en 1923 del Premio Nacional de Ciencias, fundó el Instituto de Fisiología; separado de éste, creó en 1944 el Instituto de Biología y Medicina Experimental -que contaría entre sus alumnos con Luis Federico Leloir, premio Nóbel 1970.

 

En 1947 consiguió el Premio Nobel de Fisiología y Medicina, por su descubrimiento del significado del metabolismo de los hidratos de carbono en relación con el lóbulo anterior de la hipófisis, el mismo permitió grandes avances en la lucha contra la diabetes. Logró ser presidente de la Academia Nacional de Medicina. Como docente da cuenta de su capacidad la eficacia y eficiencia de los equipos que condujo, y el brillo de los muchos discípulos que brillaron en las áreas científicas, entre ellos Luis Federico Leloir, quien llegaría también a obtener el Premio Nobel.

Poseía 24 doctorados honoris causa, era miembro de numerosas academias de medicina y de más de 200 sociedades científicas.

Promovió activamente la creación del CONICET en 1958, y fue su primer presidente, ocupando ese puesto hasta su muerte.

Su obra capital, reiteradamente traducida, es Fisiología humana.