7 Años del Incendio Intencional de «Iron Mountain».

Publicado: 05 feb 2021
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La ministra de Seguridad, Sabina Frederic, compartirá este viernes un acto junto con familiares de víctimas del incendio del depósito Iron Mountain, que causó la muerte de ocho bomberos y dos agentes de defensa civil, al cumplirse siete años del hecho del 5 de febrero de 2014.

En tanto, por la mañana los familiares y amigos del personal de Bomberos y Defensa Civil muertos en el incendio realizaron un homenaje en el lugar del incendio, en Azara y Jovellanos del barrio de Barracas.

Un hecho que nunca fue investigado a fondo dejando al descubierto los entramados poderosos que están detrás de estas empresas que guardan «secretos» que no convienen que se revelen.

Los familiares de las víctimas esperan un nuevo pronunciamiento de la justicia que especifique quiénes fueron los responsables y si se trató de un hecho intencional mas cuando este escenario de duda quedó configurado así desde el pasado 29 de diciembre, cuando la Cámara Nacional en lo Criminal anuló los procesamientos de doce exfuncionarios del Gobierno porteño (por entonces a cargo de Mauricio Macri) y cinco directivos de Iron Mountain.

La Cámara del Crimen aclaró que no se expedía sobre la responsabilidad de los imputados sino sobre los «defectos» de la instrucción del sumario y sostuvo que los procesamientos ordenados en febrero de 2018 habían sido dispuestos luego de una «grotesca» y «deficiente investigación», por lo que le ordenó al juez Pablo Ormechea dictar una nueva resolución.

Las llamas devoraron millones de papeles que, se sospecha, daban pistas de millones de dólares fugados del circuito legal (recordar las denuncias de cuentas en el exterior del banco HSBC)

El rol del presidente Mauricio Macri, entonces jefe de gobierno porteño, es crucial tanto en lo vinculado a delitos financieros como a la responsabilidad estatal.

La investigación avanza, pero no sobre las responsabilidades de los funcionarios. Los familiares de las vítimas siempre denunciaron el encubrimiento del estado porteño y recordamos que dos sobrevivientes se suicidaron.

Iron Mountain tuvo incendios en varias de sus sedes. En 1997, 3 depósitos en Nueva Jersey, Estados Unidos; en 2006 en Ottawa, Canadá y en Londres; en 2011 en Italia. Varios de ellos se comprobó que fueron intencionales, pero a diferencia del caso argentino no sólo no murió nadie sino que no se indagó la posibilidad de que los papeles quemados ocultaran pruebas de delitos financieros.

En sus balances menciona los incendios, pero en general los toma como una cuestión contable. Por ejemplo, respecto del incendio en Argentina, figura en sus balances de 2014 y 2015. A pesar de que en febrero de 2015 se determinó que el incendio fue intencional, en el balance insisten en que la causa se esta investigando y no aclaran este punto. Estiman que el incendio les costó 3,5 millones de dólares, pero que eso no influye en sus finanzas ni operaciones, y que lo que se quemó representa un 0,5% de sus ingresos. Un balance contable del incendio que costó 10 vidas.

La Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos (PROCELAC), por entonces conducida por Carlos Gonella, cruzó los nombres de las empresas con causas abiertas sobre lavado de dinero. Encontraron 29 coincidencias entre clientes de Iron Mountain e investigaciones o denuncias por lavado de dinero, fraudes y delitos tributarios.

Las empresas «perjudicadas» por el incendio son: Banco HSBC,  Banco Patagonia  el JP Morgan, Chase Bank, Compañía General de Hacienda, República Compañía Argentina de Seguros Generales, Nidera, Indocredit Cooperativa de Crédito, Puente Hermanos Sociedad de Bolsa, Banco General de Negocios, Infin Sociedad de Bolsa, Ipesa, Credit Suisse F. Boston Trading, Preceder, Application Software, Banco Saenz, Endemol Argentina, Bolsafe Valores, Marcos Marcelo Mindlin y Pampa Holding (Edenor).

También «perdieron documentación» en el incendio empresas como Jumbo, Quilmes, Alpargatas, McDonalds, Galeno, Monsanto, Banco Santander Rio, Aerolíneas Argentinas, Telefónica, Cargill, Telecom, DirecTV, Máxima AFJP, Swiss Medical, Mapfre, Deloitte, Mercado Libre, La Caja, Pelikan, Adecco y Edesur.

 

Por otro lado, varias cajas con documentación que se perdieron por el incendio eran de empresas de la familia Macri. En el ranking de las empresas que más documentación perdieron se encuentra Servicio Electrónico de Pago SA, nombre legal de Pago Fácil, empresa controlada por SIDECO, del clan Macri.

Una hipótesis posible es que en Iron Mountain se quemaron papeles vinculados a las operaciones de Pago Fácil en Brasil.

Juan José Gómez Centurión, (conducía la Agencia Gubernamental de Control), una vez retirado del Ejército trabajó en varias empresas privadas, entre ellas las cadenas Cencosud y Jumbo y el Banco Velox. El dato llamativo es que tanto Jumbo como Cencosud tenían cajas en Iron Mountain. Jumbo es la cuarta empresa que más cajas perdió.

Ante la legislatura porteña dió sus explicaciones por la falta de ejecutividad de su organismo, pese a las decenas de advertencias que se tenían sobre la inseguridad del galpón; decir explicaciones es un eufemismo, entre otras cosas, reconoció que el expediente de habilitación de Iron Mountain estaba oficialmente extraviado y lo estaban reconstruyendo. Sobre las muertes de los bomberos, insinuó que fue su propia impericia: “Los depósitos de papel se queman y se terminó la historia”.

Las indagatorias para 32 personas no incluyeron ni a Macri ni a Gómez Centurión ni ningún alto funcionario porteño en funciones el día del incendio.

Los héroes de ese día son: Pedro Barícola era miembro de Defensa Civil, José Méndez era rescatista de Defensa Civil, Juan Matías Monticelli, de 26 años al momento del incendio, revistaba en el Cuerpo de Bomberos de la Policía Federal, Maximiliano Martínez también integraba la policía federal, Sebastián Campos era bombero voluntario, la subinspectora Anahí Garnica, la primera mujer bombero de la Policía Federal, los cabos primero Eduardo Adrián Conesa y Damián Véliz,  Leonardo Day, jefe del operativo en Iron Mountain, Facundo Ambrosi falleció 12 días después, a raíz de sus heridas. También hubo dos rescatistas que sobrevivieron pero se suicidaron tiempo después, Mario Colantonio, miembro de Defensa Civil y bombero voluntario, y Diego Oneil, que además de bombero voluntario trabajaba en el patio de Comidas de Coto.