Aerofobia y los Miedos al Volar en Avión.

Publicado: 07 feb 2023
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La aerofobia es una fobia de carácter específico que aparece cuando la persona debe hacer un viaje en avión.

Dependiendo del caso, el miedo a volar puede aparecer desde nada más subir al avión hasta varios días antes de realizar el vuelo previsto, o desde que la persona sabe que tiene que hacer dicho viaje.

Este temor, en la mayor parte de los casos, viene asociado a la idea de un posible accidente aéreo lo que lleva al sujeto a estar constantemente pendiente de las señales que indiquen la posibilidad de que este se produzca (sonido del motor, turbulencias, expresión facial de las azafatas, etcétera).

Cuando creemos que estamos ante una situación peligrosa nuestros sentidos se agudizan, por lo que algunas señales que podrían pasar desapercibidas en circunstancias normales tienden a intensificarse y a ser percibidas como una amenaza (por ejemplo, sonidos del avión) haciendo que aumenten nuestros niveles de ansiedad.

Este tipo de fobia cursa con una importante activación psicofisiológica, como el aumento de la frecuencia cardiaca y respiratoria, un incremento de la tensión muscular, etcétera, por lo que si no se recibe un tratamiento eficaz a tiempo la fobia a volar puede asociarse con otros problemas de ansiedad como el trastorno de pánico con agorafobia, caracterizado por el temor a sufrir una crisis de ansiedad y no poder recibir ayuda para aliviar sus síntomas.

Los datos epidemiológicos sobre el miedo a volar son poco precisos. No obstante, tomando como referencia los resultados de diferentes estudios se calcula que un 25% de la población general tiene miedo a volar. De ellos, un 10% pueden considerarse fóbicos.

Muchas personas se preguntan por las causas de su miedo a volar. La respuesta se relaciona con múltiples factores. Desde el punto de vista psicológico el más importante es el rasgo de ansiedad de la personalidad del paciente, es decir, la tendencia a interpretar determinadas situaciones como amenazantes, pudiendo ser el viaje en avión una de ellas.

Por otro lado, las personas controladoras tienen a sufrir un mayor nivel de ansiedad ante situaciones que no controlan, y un viaje en avión es una situación de “no control personal” por excelencia.
 
Compartir un espacio tan pequeño con tantas personas extrañas también puede hacer que se tenga miedo a volar, especialmente tras la alerta mundial por la epidemia de coronavirus.
Las personas hipocondríacas son el prototipo de este tipo de miedo, pues creen que pueden contagiarse con el SARS-Cov 2 o con cualquier otra enfermedad en su trayecto en avión. Este colectivo de reconocer porque suelen limpiar las zonas de sus asientos con desinfectantes y extreman las precauciones para evitar riesgos. 
 
Otro factor que influye poderosamente es la experiencia previa del sujeto en otros vuelos (por ejemplo, que haya tenido un mal vuelo en alguno de sus viajes), o lo que conoce porque se ha documentado sobre accidentes aéreos o por lo que otros le han contacto (lo que denominamos aprendizaje por observación o por transmisión de información). Estos tipos de aprendizajes pueden hacer que se desarrolle y mantenga una fobia a volar.